Calcetines para hacer el Camino de Santiago

mejores calcetines para el camino de santiago

Una experiencia como el Camino de Santiago exige que estés atento a todos los detalles, para que nada te pueda estropear ese viaje. Esto pasa por prestar atención al bienestar de tus pies.

Tanto si realizas el Camino de Santiago a pie como si decides hacerlo en bicicleta, necesitas que tus pies se encuentren en óptimas condiciones para poder avanzar con ligereza y sin sufrir ampollas o heridas.

Piensa que hay muchos peregrinos que se ven forzados a abandonar el Camino porque, debido a algunas malas elecciones, se han destrozado los pies y no pueden continuar. Si no quieres que sea tu caso, empieza a cuidar tus pies y elige bien tu calzado

Pero también tus calcetines, uno de los elementos a los que menos atención prestamos y que tiene más importancia de lo que piensas.

Cómo elegir los mejores calcetines para hacer el Camino de Santiago

El primer consejo que vamos a darte es que dejes atrás los calcetines de algodón. Son la peor elección que podrías hacer, ya que se secan muy despacio. Esto se traduce en que tendrías los pies húmedos durante mucho tiempo, con el riesgo de la aparición de ampollas o rozaduras.

De hecho, la fibra de algodón tiene la facultad de concentrar la humedad; es decir, que mantiene el sudor en tus pies. Esto conlleva varios problemas, uno de ellos es que favorece la aparición de ampollas al rozar la piel húmeda contra los calcetines o el propio calzado.

Además, el sudor concentrado hace que aparezcan las bacterias que genera el característico mal olor de pies. Es cierto que los calcetines de algodón son más cálidos pero no son adecuados para el Camino de Santiago.

Hay otros tipos de calcetines que pueden hacerte el mismo servicio. Un material recomendado es la lana merina mezclada con alguno de los componentes de los que te hablaremos más adelante.

Este tipo de lana no provoca picores en la piel, y ayuda a regular su temperatura, ya que transpira. También favorece la amortiguación, disminuyendo así la posibilidad de sufrir lesiones.

La lana merina es antimicrobiana, por lo que es capaz de repeler la aparición de microbios.

Eso se traduce en que no harán que te huelan mal los pies, algo que quizá no tenga mucha importancia durante el camino. Pero que puede llegar a ser incómodo en el albergue al compartir espacio con más gente.

Procura que tengan tanto el talón como la puntera reforzadas, ya que tendrás que caminar muchos kilómetros y toda protección para los pies es poca. Recuerda que el pie tiene que ir bien sujeto porque va a soportar mucha presión durante las horas que estés caminando.

Piensa en la época en la que vas a hacer el Camino de Santiago y elige qué tipo de calcetines son los que más te convienen. No tendrás las mismas necesidades en verano que en invierno, ni tampoco si vas a viajar en una época más lluviosa que otra.

También te recomendamos que no recurras a trucos con tal de ahorrarte algunos euros en los calcetines adecuados para hacer el Camino de Santiago.

No lleves doble calcetín creyendo que va a sustituir al calcetín de doble capa, porque el roce entre ambas prendas te acabará haciendo heridas más rápido de lo que crees.

[easy-tweet tweet=»Aunque lo oigas por ahí, nunca uses doble calcetín para hacer el #caminodesantiago» user=»@caminsantiago10″ usehashtags=»no»]

Tampoco te servirá de nada ponerte los calcetines al revés para que las costuras queden por fuera. Con el paso de las horas y la presión del calzado acabarán clavándose en la piel, provocando ampollas y rozaduras.

Respecto a la altura que deben tener los calcetines, depende de la época del año en la que vayas a hacer el Camino, pero también del calzado que hayas decidido llevar.

La medida es muy sencilla: los calcetines siempre deben ser más altos que el calzado que lleves, para evitar que éste te haga rozaduras.

Por lo general, los calcetines de senderismo habituales suelen llegar hasta unos centímetros por encima del tobillo. Los que llegan hasta la rodilla son más recomendables para climas muy fríos, así que deberías usarlos si vas a hacer el Camino de Santiago en invierno.

En realidad lo más recomendable es que lleves tres pares de calcetines de distintas características. Así podrás ir intercalándolos según cada momento y poder dar a tus pies lo que necesitan. 

Como último consejo: masajea tus pies y úntalos en vaselina cada vez que te quites los calcetines. Conseguirás relajar la tensión y minimizarás la aparición de heridas en la piel.

Tipos de calcetines para hacer el Camino de Santiago

Sin duda la mejor elección entre todos los tipos de calcetines son los calcetines antiampollas del Camino de Santiago. Están hechos con doble capa: una externa gruesa y una interna algo más fina. De esta forma existe una mayor amortiguación y un drenaje más efectivo del sudor.

Además, lo más interesante de este tipo de calcetines es que al rozar una capa contra la otra, no se hacen rozaduras en la piel manteniéndose así tus pies intactos y libres de heridas.

Los calcetines antiampollas son un compendio de todos los detalles recomendables que deberían tener los calcetines para el Camino de Santiago: suelen contener lycra, están reforzados en los talones y las puntas además de contar con doble capa.

Eso sí tienes que ser consciente de que los calcetines antiampollas no son mágicos; es decir, que el hecho de que te los pongas no quiere decir que no puedan salir ampollas.

En todo caso te saldrán menos. Pero si abusas demasiado y no vigilas factores como la humedad da igual los calcetines que lleves, porque tendrás ampollas.

Los calcetines de tejido Coolmax son unos de los más recomendados junto con los antiampollas. Este tipo de tejido es capaz de mantener el pie seco, una de las prioridades durante tu viaje.

Lo mejor es llevar al menos un par en la mochila por si llueve y el terreno se llena de charcos.

Si tienes un problema con la excesiva sudoración de los pies, lo mejor es que elijas calcetines transpirables. Así no tendrás esa constante sensación de humedad en la piel que se transforma en frío o calor según la época del año en la que te encuentres.

Los calcetines sin costuras para el Camino de Santiago también son muy populares ya que evitan las rozaduras y las heridas. Se suelen utilizar con botas y zapatillas de trekking, siendo un complemento ideal.

Si no encuentras calcetines sin costuras busca otro tipo de llevan las costuras escondidas o disimuladas. El objetivo es que no haya partes del calcetín que puedan ir haciendo roce en la piel con el movimiento, causando ampollas o heridas.

[easy-tweet tweet=»Calcetines sin costuras, antiampollas y de lycra son los ideales para hacer el #caminodesantiago» user=»@caminsantiago10″ usehashtags=»no»]

La lycra y la poliamida son componentes muy recomendables a la hora de elegir los calcetines para hacer el Camino de Santiago. Estos materiales favorecen que la tela se ajuste a la perfección al pie, de forma que no quede ni demasiado flojo ni demasiado apretado. 

Si compras calcetines con lycra o poliamida y vas a hacer el Camino en una época más bien fresca o fría, como el otoño o el invierno, te recomendamos que los compres largos. Así se ajustarán al gemelo y mantendrán tu pierna abrigada. 

Otro tipo de calcetines muy prácticos e interesantes para llevar al Camino de Santiago son los calcetines de recuperación.

Estos son los calcetines de compresión, que tendrás que ponerte cuando llegues al albergue y sea el momento de descansar, ya que favorecen la relajación del pie y del gemelo.

Si por cualquier motivo no quieres comprarte estos calcetines, o no lo ves necesario porque vas a hacer el Camino en verano, unas sandalias normales pueden hacer que tus pies descansen de la misma forma. 

Los calcetines técnicos son una prenda deportiva enfocada para una actividad concreta. Su principal característica es que permite la transpiración, haciendo que el sudor de los pies deje de ser un problema para tu piel. 

Para esto se usan distintos componentes como el nylon, el polipropileno, el Gore-Tex o el poliéster. Estos tejidos sintéticos favorecen la rápida evaporación del sudor, la regulación de la temperatura de la piel y evitan la formación de ampollas. 

Pero si hablamos de los mejores calcetines para hacer el Camino de Santiago tenemos que mencionar los calcetines Hike the Camino de la marca Wright Sock. Estos calcetines han sido creados de forma específica para usarlos en el Camino.

Se trata de un calcetín que aúna las características perfectas para hacer el Camino de Santiago sin problemas. Tiene doble capa de tela y un refuerzo en la parte central del pie, de forma que se aseguran los movimientos laterales para que no haya lesiones.

La capa de tela exterior se ajusta al pie sin dejar de ser liviana para no aumentar más el peso del equipaje. Además de que en ambas capas se encuentra fibra Dri-Wright para mantener los pies secos, sin agua ni sudor, y evitar la aparición de ampollas.

Cuenta con unos buenos calcetines para asegurarte la mejor experiencia haciendo el Camino de Santiago. No permitas que una prenda inadecuada te haga sufrir en una maravillosa aventura por el norte de España.

Los calcetines, una de las claves para evitar ampollas durante el Camino de Santiago

Algunas recomendaciones a la hora de elegir el mejor calcetín para hacer el Camino De Santiago

Cómo elegir el mejor saco de dormir para el Camino de Santiago

sacos de dormir para el camino de santiago

Si estás pensando en hacer de peregrino, quizá una de tus dudas sea si hace falta llevar un saco de dormir en el Camino de Santiago. Tomar una mala decisión en este sentido puede hacer que tu viaje sea un fiasco, así que tienes que pensar bien lo que vas a hacer.

Por lo general, si tienes pensado alojarte en hostales, hoteles o similares no vas a necesitar el saco de dormir.

Pero si tu intención es pasar las noches en albergues y lugares por el estilo, en los que no tienes garantizada una cama, es preferible que te cures en salud y lleves un saco de dormir.

El saco de dormir debe ser ligero para que no tengas que cargar demasiado peso al equipaje y también tiene que ser impermeable para evitar cualquier humedad.

Teniendo en cuenta la zona que vas a recorrer, es más que seguro que llueva en alguna ocasión, dependiendo de la estación del año.

Asegúrate de escoger un saco en el que puedas meterte de forma holgada y que se adapte a la temperatura exterior para que no pases frío pero que tampoco tengas calor.

Tipos de sacos de dormir y grados de confort

sacos de dormir para el camino de santiago

Existe una gran variedad de sacos de dormir, así que es preferible que estés un poco informado antes de decidirte por uno. El saco de dormir es un elemento muy importante en tu viaje y no puedes correr riesgos.

Vamos a explicarte qué tipos de sacos de dormir existen y qué características tienen para que puedas ir eligiendo el que mejor se adapte a ti y a tus necesidades.

  • Saco rectangular. Tiene una cremallera que lo rodea, de forma que se puede abrir por completo para usarlo como colcha si hace frío. Puede unirse a otro saco mediante la cremallera y es muy apropiado para pernoctar en verano.
  • Saco de momia. Está cerrado por completo dejando solo un hueco para asomar la cara, ya que cubre también la cabeza. Tiene una cremallera lateral que permite unir dos sacos de las mismas características.
  • Sábana-saco. Consiste en un saco fabricado con tela de sábana que sirve para evitar el contacto con ropa de cama de albergues y refugios, o por si tienes que usar un saco de dormir que no es tuyo.
  • Saco doble. Se utiliza en ambientes muy fríos, en especial zonas de montaña. Son dos sacos de plumas cosidos entre sí, con cremalleras alternas para que aislen aún más del frío.
  • Vivac. Es una funda que se utiliza cuando se duerme al raso y hace las veces de impermeable además de cortar el viento. No transpira.

Pero los sacos de dormir se pueden clasificar también en base a su material, por ejemplo, ya que los hay de plumas, más adecuados para el frío, o sintéticos, más económicos y fáciles de encontrar en tiendas.

De hecho, es muy importante determinar cuál es el grado de confort de cada saco para saber si te va a resultar de utilidad o no. Este grado de confort se mide por la temperatura de la que es capaz de protegerte el saco.

En el año 2002 se establecieron las certificaciones oficiales de la Unión Europea que marcan este grado de confort de los sacos de dormir. Al existir esta homologación, es mucho más sencillo comparar sacos para saber cuál te interesa más.

Los grados de confort son cuatro:

  • Grado máximo. Temperatura máxima a la que un hombre de unos 80 kilos puede dormir con comodidad sin sudar demasiado.
  • Grado de confort. Temperatura mínima a la que una mujer de unos 60 kilos puede dormir con comodidad.
  • Grado límite. Temperatura mínima a la que un hombre de unos 80 kilos puede dormir con comodidad.
  • Grado extremo. Temperatura mínima para sobrevivir en la que una mujer de unos 60 kilos podría llegar a sufrir una hipotermia. 

La distinción entre hombre y mujer viene derivada del hecho de que las mujeres tienen hasta 5º más de sensibilidad al frío.

Los dos últimos son los que están pensados para ambientes fríos de montaña. Recuerda buscar la etiqueta en el saco antes de comprarlo para ver las especificaciones del fabricante. 

Las certificaciones de la Unión Europea no son obligatorias, así que es mejor comprobar los criterios del fabricante en lugar de asumir de forma directa que el grado de confort va a ser el mismo en cualquier saco de dormir.

Nuestra recomendación es que busques un saco que tenga una temperatura confort algo más baja que la que esperas en el lugar donde vayas a dormir. Así, si hace frío estarás cubierto y si hace calor, solo tendrás que bajar la cremallera.

Además de tener en cuenta las temperaturas mínimas del lugar en el que vas a dormir, recuerda que también has de pensar en tu propia naturaleza, en la ropa que vas a llevar y otros factores que puedan afectar a la temperatura.

Cuanto más te ajustes a la realidad, mayor confort alcanzarás a la hora de dormir en el saco. 

Cómo elegir el mejor saco de dormir para el Camino de Santiago

como elegir un saco de dormir para el camino de santiago

Pero ahora vamos a centrarnos en el saco de dormir para el Camino de Santiago y en las necesidades concretas que puedas tener durante ese viaje. Es muy importante que prestes atención a ciertos detalles para no arruinar tu experiencia.

Como decíamos en la introducción, uno de los aspectos que no tienes que perder de vista es el propio peso del saco que se sumará a la mochila y al resto de enseres que lleves para hacer el Camino. 

De hecho, te recomendamos no llevar la funda del saco al Camino sino guardarlo en una bolsa de plástico que pesa mucho menos. Procura, además, no doblarlo siempre por los mismos sitios para que el relleno no se acabe estropeando.

En el mercado vas a encontrar sacos de dormir de pesos muy variados que dependen del material del que estén fabricados y, por tanto, de la protección ante el frío que ofrecen.

Por ejemplo, un saco de plumón o de plumas es más ligero que uno sintético pero retiene más el calor y también suele ser más caro.

Si eliges un saco de dormir con relleno sintético no tiene por qué ser de mala calidad ya que en los últimos años se están consiguiendo rellenos sintéticos que llegan a alcanzar casi las mismas prestaciones que los de plumas.

El tipo de saco más recomendado para hacer el Camino de Santiago es el de momia, ya que te cubre por completo y, en el caso de que tengas calor, basta con que no te cubras la cabeza. Sin embargo, un saco rectangular convencional puede ser igual de práctico.

Además, la elección del mejor saco de dormir para el Camino de Santiago también va a depender del momento del año en que decidas hacer el peregrinaje. 

Características que debe tener un saco de dormir para hacer el Camino de Santiago en verano

Si vas a hacer el Camino de Santiago en verano no vas a necesitar un saco de dormir que soporte temperaturas exteriores demasiado bajas.

Los sacos de confort medio para temperaturas exteriores de 15 a 20 grados pueden ser útiles, ya es la temperatura que hay en un albergue en esa época del año.

En cualquier caso, tienes que tener en cuenta tu propia naturaleza, es decir que si eres un poco friolero quizá sea mejor que lleves un saco con un grado de confort diferente.

Piensa que las noches en Galicia y en la zona del Camino suelen ser más frescas que en otras regiones de España en la misma época.

Por el contrario, si eres más bien caluroso quizá podrías optar por un saco-sábana que además de pesar menos que un saco convencional, también ocupa menos espacio. 

Características que debe tener un saco de dormir para hacer el Camino de Santiago en invierno

que saco de dormir elegir para hacer el camino de santiago en invierno

En invierno tienes que prestar más atención a la hora de elegir un saco de dormir.

Aunque en principio un saco de confort medio podría servirte, ya que se da por hecho que en los albergues habrá calefacción, te recomendamos conseguir un saco para temperaturas mínimas de unos 10 grados por lo que pudiera pasar.

Además, para conseguir un poco de calor extra puedes llevar también un saco-sábana para complementar tu saco de dormir habitual aunque, si además llevas bastante ropa encima, puede resultar incómodo a la hora de coger el sueño.

Si haces el Camino en invierno no puedes usar un saco de dormir que no sea impermeable. La zona en sí es húmeda y con tendencia a la lluvia y en invierno, las posibilidades aumentan.

No corras el riesgo de coger un resfriado debido a la humedad por no haber escogido un saco que aisle lo suficiente del frío y la lluvia.

Para elegir el mejor saco de dormir en el Camino de Santiago solo tienes que atender al sentido común y a tus propias preferencias.

No pierdas de vista que se trata del momento de descanso de tu peregrinaje y lo importante que es para recuperar energías y seguir el camino al día siguiente.

Algunos consejos extra para elegir un saco de dormir

Cuál es el calzado ideal para hacer el Camino de Santiago

calzado para hacer el camino De Santiago

Si te has decidido al fin a hacer el Camino de Santiago a pie, una de las cosas más importantes en las que tienes que pensar es, por supuesto, el calzado que vas a llevar. Se trata de una elección que puede cambiar tu experiencia de una forma drástica.

De hecho, el Camino de Santiago puede convertirse en un completo infierno si tomas una decisión que haga que tus pies no aguanten los caminos llenos de piedras, la lluvia y las horas de caminata, los grandes enemigos presentes casi en todo momento.

Son muchos los peregrinos que llegan al final de la etapa con los pies destrozados por no haberse tomado el tiempo suficiente para pensar en el tipo de calzado que iban a llevar. 

Si te pones a preguntar a la gente que te rodea, podrás recibir tantas respuestas como número de personas acudas en busca de ayuda. Piensa que cada uno tiene sus circunstancias y experiencias y que no tienen porqué coincidir con las tuyas.

Por eso hemos elaborado un artículo con toda la información que necesitas y también algunos consejos útiles que te ayudarán a decidir.

Tipo de calzado para hacer el Camino de Santiago

En primer lugar, vamos a analizar el tipo de calzado adecuado para el Camino de Santiago y qué ventajas y desventajas tiene cada uno de ellos.

Botas de trekking

Las botas de trekking son una buena elección siempre y cuando no tengan la caña alta, ya que esos modelos suelen ser rígidos y muy tiesos, algo que con el paso de las horas puedes lamentar.

Tienes que escoger las que lleven caña media y a ser posible, inclinada, para que puedas caminar durante horas sin molestias. Además, los cordones tienen que sujetar con bastante firmeza y, a ser posible, con una lengüeta acolchada que te otorgue una mejor seguridad mientras vas andando.

La puntera tiene que llevar un refuerzo de caucho al igual que el talón. Así mismo la suela tiene que ser también de caucho carbono de densidad doble. De esta forma, vas a conseguir una mayor durabilidad de la suela y también una mejor adherencia para evitar resbalar con la lluvia y el barro.

Además, las botas de caña media te ayudarán a evitar torceduras de tobillo y, por lo tanto, posibles esguinces. Son recomendables también si piensas seguir practicando trekking y senderismo después de hacer el Camino de Santiago.

Zapatillas de trekking

Las zapatillas, si optas por este tipo de calzado, es mejor que elijas zapatillas de trekking y no zapatillas de deporte convencional ya que, estas últimas, no te van a ofrecer la protección que necesitas durante el Camino de Santiago.

De hecho, las zapatillas de trekking otorgan una gran transpiración, ligereza y movimiento por lo que acaban resultando ser muy cómodas. Al sudar menos los pies, estarás menos expuesto a rozaduras y ampollas.

Estas zapatillas tienen una suela flexible y acolchada con lo que evitarás que haya una excesiva presión en las rodillas y en los tobillos evitando posibles lesiones por sobrecarga. Pesan menos que las botas así que ayudan a que el equipaje sea más liviano.

Otro de los puntos fuertes de las zapatillas de trekking es que son muy versátiles y una vez que hagas el Camino de Santiago, puedes usarlas para cualquier ocasión que necesites.

Sandalias

Las sandalias sólo están indicadas si vas a hacer el Camino de Santiago en verano. Eso sí, no te sirve cualquier sandalia de paseo, sino que tiene ser una sandalia multifuncional y adaptada para hacer senderismo.

Tendrás los pies frescos durante el camino y además de ir cómodo, podrás usarlas para descansar en las paradas que vayas haciendo. Las tiras deben sujetar el empeine y el tobillo para que el pie vaya seguro.

Las suelas tienen que ser acolchadas y con forma ergonómica para adaptarse a la perfección a la forma del pie. Ya que éste va expuesto al aire y debe estar lo más protegido posible. Eso sí, la ventaja de esta exposición es que hay menos piel proclive a sufrir rozaduras, heridas o ampollas.

Aún así, no es recomendable llevar las sandalias sin medias o calcetines debajo porque los bordes de las tiras de sujeción pueden crear pequeños roces en la piel.

Es conveniente llevar en el equipaje un calzado adicional para los momentos de descanso. Puede tratarse de zapatillas o sandalias convencionales, mucho más suaves, ligeros y flexibles que el calzado que hayas estado llevando durante el día.

Las sandalias son bastante recomendables ya que liberan al pie y dejan que la piel respire. En verano se pueden usar en tramos sencillos. Además, también hay que llevar chanclas para evitar hongos en las duchas de los albergues o para refrescar los pies en un río sin clavarte las piedras del fondo.

Cómo elegir el calzado ideal para hacer el Camino de Santiago

Uno de los primeros consejos que tenemos que darte es nunca estrenar calzado en el Camino de Santiago porque puedes arrepentirte de esa decisión. Si no son cómodos, puedes acabar con los pies hinchados o con rozaduras y ampollas.

El calzado que vayas a utilizar debe estar muy acostumbrado a tu pie y con esto no nos referimos a que te lo pongas a ratos en casa una semana antes de hacer el Camino de Santiago, sino que hayas recorrido ya algunos kilómetros con él. Mínimo tienes que usarlo durante tres meses.

Eso sí, tampoco te lo tomes al pie de la letra y lleves un calzado demasiado desgastado porque sería un gran problema el hecho de que te quedases sin calzado en pleno Camino. Ello supondría tener que adquirir uno nuevo y podría salir mal si no se adapta a tu pie con rapidez. 

El mejor calzado para el Camino de Santiago es aquel que no te queda demasiado justo. Si al probártelo los talones o las puntas de los dedos rozan con el zapato, es mejor que cojas una talla más. 

Piensa que conforme pasen las horas y las jornadas de viaje, los pies tenderán a hincharse y puedes pasarlo mal si los dedos y los talones se llenan de rozaduras y ampollas. Además, en el momento en el que te pongas a bajar por una montaña, los pies tienden a ir hacia adelante por lo que, si el calzado te queda justo, es probable que llegues a tocar en la puntera con la punta de los dedos.

Antes de comprar, piensa en la época del año en la que vas a realizar el Camino de Santiago y también qué tipo de rutas vas a escoger. No es igual un camino pedregoso en invierno con lluvia y hielo que en verano con polvo y calor.

Si es necesario, no dudes en llevar dos tipos de calzado para ir cambiando en cada etapa o incluso dentro del mismo día. Vale más hacer una parada para cambiarte de calzado para estar más cómodo. 

Aunque no lo creas, son muchos los peregrinos que cambian de zapatos según el momento y, por desgracia, también son muchos los peregrinos que se ven forzados a abandonar porque un calzado inadecuado les ha destrozado los pies. Tú decides a qué grupo quieres pertenecer.

No pienses que seguir estos consejos implica un desembolso importante de dinero en cualquiera de las vertientes que elijas. Por supuesto, siempre tienes que buscar la calidad porque se trata de la salud de tus pies, pero dentro de la calidad, hay precios asequibles.

Como recomendación final, dedica un tiempo a calzarte cada mañana para evitar arrugas o dobleces que te puedan causar incomodidad durante el día o incluso rozaduras o heridas. Puedes untarte los pies con vaselina para prevenir las ampollas.

Procura que los calcetines queden bien estirados, sin dobleces ni arrugas (son muy molestos), y no aprietes demasiado fuerte los cordones de las botas.

Características que debe tener el calzado para hacer el Camino de Santiago en verano

En verano deberías procurar no ponerte botas ya que podrías tener demasiado calor en los pies y sentirte incómodo, además de que no es sano tener el sudor acumulado en la piel. Unas zapatillas de trekking podrían ser una buena opción ya que transpiran y son más ligeras.

Si viajas en los meses más calurosos del verano podrías llevar sandalias multifuncionales adaptadas para hacer senderismo ya que son cómodas y llevarás el pie fresco. Procura que tenga buenas sujeciones y que la suela no resbale.

En el caso de que tengas pies delicados o seas propenso a las lesiones y torceduras, puedes optar a un tipo de botas de montaña mucho más ligeras que las de invierno y transpirables para no acumular el sudor.

Características que debe tener el calzado para hacer el Camino de Santiago en invierno

El calzado ideal para hacer el Camino de Santiago en invierno tendría que ser unas botas de caña media con membrana impermeable y transpirable para la humedad. Es la forma de mantener tus pies secos y protegidos en los días de lluvia y frío.

No dudes en complementar este calzado grueso e impermeable con unos buenos calcetines para evitar en todo momento que los pies puedan mojarse o enfriarse. 

Lo mejor que puedes hacer para no equivocarte en la elección del calzado adecuado para el Camino de Santiago es precisar en qué momento y bajo qué características vas a emprender tu aventura. A partir de ahí, es fácil determinar qué vas a necesitar y cómo encontrarlo.

Qué llevar en la mochila al Camino de Santiago

equipaje para llevar al camino de santiago

El Camino de Santiago es una de esas experiencias que hay que procurar que todo salga lo mejor posible, y un factor muy importante para esto es saber elegir la ropa adecuada para sentir las menores incomodidades.

Piensa que hacer el Camino de Santiago no es como el turismo convencional, en el que llevas la maleta llena de ropa, pero que dejas en el hotel. Aquí tendrás que estar con tu mochila día y noche y, por lo tanto, no puedes llenarla de prendas “por si acaso”.

A continuación vamos a ofrecerte algunos consejos acerca de la ropa adecuada para el Camino de Santiago, para que todo salga bien.

Consejos prácticos a la hora de hacer el equipaje para el Camino de Santiago

equipaje para el camino De Santiago

Hacer el peregrinaje a Santiago de Compostela requiere de una preparación importante por parte del peregrino y por lo tanto hay que planear bien qué va a llevar en la mochila para realizar el Camino de Santiago.

No es un paseo por el bosque de una tarde ni un día de montaña. Es un camino que en ocasiones puede ser pesado, sobre todo en los meses en que el invierno es muy crudo, o por el contrario, cuando el sol parece no dar tregua, en pleno verano.

Es muy importante planear de antemano qué meter en la mochila, qué vamos a necesitar y de qué podemos prescindir. Sobre todo si hacemos el camino a pie, ya que en caso de hacer el camino en bicicleta nos podemos ayudar de unas buenas alforjas.

Igualmente, ya sea en bicicleta o a pie debemos tener en cuenta que no debe sobrar ni faltar nada. Si olvidamos algo importante, como podría ser un medicamento especial o cualquier otra cosa muy importante, tendríamos un contratiempo.

Lo mismo si nos sobrecargamos de cosas “por si las llegásemos a necesitar”. El camino de Santiago es largo y si llevamos más peso de lo que deberíamos, puede hacerse aún más largo. Por lo que cuanto menos peso llevemos mejor tanto nuestra espalda, o si vamos en bicicleta, para nuestras piernas.

Qué llevar en la mochila al Camino de Santiago

Es imprescindible hacer un listado de todo lo que queramos incluir en nuestra mochila. También es importante pesarla, hacer pruebas, caminar un poco, y pensar que será el equipaje que tendremos en la espalda llueva, truene o salga un sol radiante, durante varios días o semanas, dependiendo del recorrido que hagamos.

Mucha gente piensa que cuantas más cosas lleve en la mochila mejor. Sobre todo en invierno ya que es cuando más ropa o necesidades tendremos debido a la lluvía y mal tiempo. Sin embargo, tal y como hemos comentado anteriormente si llevamos mucho peso, repercutirá en nuestra experiencia y hará que no sea tan placentera como debería.

Material imprescindible que hay que llevar en la mochila

Por descontado, una buena mochila de viaje. Hay de diferentes tipos y calidades, pero sin duda las mejores son las de montaña o las de senderismo. Una mochila de 40 o 45 litros es lo ideal. No hace falta que la lleves a reventar de cosas, es mejor que sobre un poco de espacio. Además cuantas más cosas llevemos más peso tendrá.

Usar una mochila de menos litros, puede ser una buena opción porque son maleables, pero corremos el riesgo, por ejemplo durante un día de calor, de no poder colocar todo y por lo tanto no liberaremos completamente las manos. 

Saco de dormir. Hay de diferentes precios y calidades, pero sin duda los mejores son los que menos espacio ocupan, los llamados ultraligeros.

Los documentos de identificación son muy importantes (NIE, DNI, Pasaporte, Libro de familia, etcétera), así como otras tarjetas (tarjetas de crédito o débito, tarjeta sanitaria).

Además, no debemos olvidarnos del dinero en efectivo y en euros, por supuesto.

El efectivo siempre viene bien teniendo en cuenta que en muchos establecimientos pequeños que nos vamos a encontrar en el camino no aceptan tarjeta.

Un estuche con nuestros artículos personales o neceser. Aquí entraría el material de aseo, como cepillo de dientes, el protector solar, el líquido para lentillas, el jabón y cosas por el estilo.

También deberíamos llevar una toalla. Preferiblemente de las que se secan rápido y ocupan muy poco espacio, las toallas de microfibra. Este tipo de toallas se pueden conseguir en algunos supermercados grandes y tiendas de deportes.

Por último, un botiquín de primeros auxilios con material básico. Si necesitamos alguna medicación especial (para alergias, etc.) llevar lo suficiente para todo el tiempo que dure la travesía.

Ropa para el Camino de Santiago y calzado de recambio

Además de la indumentaria que llevemos puesta, que sería un pantalón (corto o largo, dependiendo de la época), unas zapatillas de senderismo ligeras y que ya hayamos utilizado previamente, una camiseta térmica o transpirable, un polar y una chaqueta de montaña, deberíamos llevar 2 mudas extras de cada prenda y 3 recambios de ropa interior.

Ropa de recambio. Camisetas térmicas y camisetas transpirables, 2 prendas de cada además de la que llevemos puesta. Opcional una sudadera de entretiempo, ya que un polar en ocasiones puede ser demasiado caluroso.

Esto también dependerá de cuándo hagamos el camino de Santiago. Si lo hacemos en invierno, sí será recomendable llevar 2 prendas para recambio además de las que llevemos puestas. Sin embargo, si hacemos el camino en verano, posiblemente con una prenda de recambio nos sirva ya que en los albergues podemos aprovechar a lavar la ropa que hemos llevado puesta durante la etapa y secarla. Recuerda que cuantas menos cosas lleves, menos peso tendrás en la mochila.

Ropa interior de recambio. Esta ropa sería principalmente 3 prendas extras de ropa interior (calzoncillos, bragas y sujetadores) y 3 pares de calcetines. 

Cómo organizar una mochila para el Camino de Santiago

Nadie ha hecho un curso ni ha escrito jamás una guía, que sepamos, de cómo se debería organizar la mochila para hacer el Camino de Santiago, pero hay cosas de sentido común que podemos recomendar.

Por ejemplo, no hace falta colocar las mudas de ropa o los pares de zapatos extra en la parte superior de la mochila. Sin embargo sí debemos tener bastante a mano algunas cosas como la identificación, la tarjeta sanitaria o el botiquín de primeros auxilios. También el agua, que podremos llevar en una cantimplora colgando.

En todo caso una organización ideal sería:

Las cosas que seguramente no vayamos a necesitar, como una prenda de cada muda, en la parte inferior de la mochila.

En el bolsillo que suelen llevar debajo las mochilas de viaje y senderismo podemos colocar las zapatillas de recambio y la chanclas.

En la parte superior, en el bolsillo de la tapa, la toalla y una de las mudas, tanto de camiseta como de ropa interior, y en alguno de los bolsillos laterales, dinero, la identificación y otras tarjetas. Hay quienes prefieren llevar una riñonera, cosa que no está nada mal, para tener estas cosas a mano y en un lugar seguro, pegadas al cuerpo.

En la parte superior de la mochila, el botiquín y el neceser.

De esta manera aprovecharíamos bastante bien los diferentes niveles que nos permiten este tipo de mochilas.

Esta sería la manera de colocar el equipaje o mochila para el camino de Santiago de una manera lógica y práctica.

Qué más deberíamos llevar en el equipaje

En nuestro equipaje para el Camino de Santiago deberíamos incluir algunos gadgets imprescindibles como gafas de sol(sobre todo en los meses de verano), una linterna(por si nos pilla la noche en medio del camino), una navaja multiusos (nos puede venir bien para cortar, para cortarnos las uñas, destapar un envase y mil cosas más) y una cantimplora o botella ligera reutilizable.

Todo peregrino que haya hecho el camino de Santiago te dirá que es una experiencia única que debes vivirla al menos una vez en la vida. Sin embargo, si no vamos bien equipados puede pasar de ser una gran experiencia a ser una mala.

Hagas el camino a pie, en bicicleta o a caballo, el camino de Santiago es largo y te llevará unas cuantas etapas hasta llegar a Santiago de Compostela. Por lo que debes de tener mucho cuidado en no pasarte del peso que realmente puedas llevar en la mochila porque luego lo vas a notar. Debes llevar únicamente lo estrictamente necesario.

Esperamos que ahora tengas una idea más clara de qué debes meter en tu mochila y que nuestros consejos te ayuden a vivir la gran experiencia que es el camino de Santiago con la mayor comodidad posible.