Cuál es el calzado ideal para hacer el Camino de Santiago

calzado para hacer el camino De Santiago

Si te has decidido al fin a hacer el Camino de Santiago a pie, una de las cosas más importantes en las que tienes que pensar es, por supuesto, el calzado que vas a llevar. Se trata de una elección que puede cambiar tu experiencia de una forma drástica.

De hecho, el Camino de Santiago puede convertirse en un completo infierno si tomas una decisión que haga que tus pies no aguanten los caminos llenos de piedras, la lluvia y las horas de caminata, los grandes enemigos presentes casi en todo momento.

Son muchos los peregrinos que llegan al final de la etapa con los pies destrozados por no haberse tomado el tiempo suficiente para pensar en el tipo de calzado que iban a llevar. 

Si te pones a preguntar a la gente que te rodea, podrás recibir tantas respuestas como número de personas acudas en busca de ayuda. Piensa que cada uno tiene sus circunstancias y experiencias y que no tienen porqué coincidir con las tuyas.

Por eso hemos elaborado un artículo con toda la información que necesitas y también algunos consejos útiles que te ayudarán a decidir.

Tipo de calzado para hacer el Camino de Santiago

En primer lugar, vamos a analizar el tipo de calzado adecuado para el Camino de Santiago y qué ventajas y desventajas tiene cada uno de ellos.

Botas de trekking

Las botas de trekking son una buena elección siempre y cuando no tengan la caña alta, ya que esos modelos suelen ser rígidos y muy tiesos, algo que con el paso de las horas puedes lamentar.

Tienes que escoger las que lleven caña media y a ser posible, inclinada, para que puedas caminar durante horas sin molestias. Además, los cordones tienen que sujetar con bastante firmeza y, a ser posible, con una lengüeta acolchada que te otorgue una mejor seguridad mientras vas andando.

La puntera tiene que llevar un refuerzo de caucho al igual que el talón. Así mismo la suela tiene que ser también de caucho carbono de densidad doble. De esta forma, vas a conseguir una mayor durabilidad de la suela y también una mejor adherencia para evitar resbalar con la lluvia y el barro.

Además, las botas de caña media te ayudarán a evitar torceduras de tobillo y, por lo tanto, posibles esguinces. Son recomendables también si piensas seguir practicando trekking y senderismo después de hacer el Camino de Santiago.

Zapatillas de trekking

Las zapatillas, si optas por este tipo de calzado, es mejor que elijas zapatillas de trekking y no zapatillas de deporte convencional ya que, estas últimas, no te van a ofrecer la protección que necesitas durante el Camino de Santiago.

De hecho, las zapatillas de trekking otorgan una gran transpiración, ligereza y movimiento por lo que acaban resultando ser muy cómodas. Al sudar menos los pies, estarás menos expuesto a rozaduras y ampollas.

Estas zapatillas tienen una suela flexible y acolchada con lo que evitarás que haya una excesiva presión en las rodillas y en los tobillos evitando posibles lesiones por sobrecarga. Pesan menos que las botas así que ayudan a que el equipaje sea más liviano.

Otro de los puntos fuertes de las zapatillas de trekking es que son muy versátiles y una vez que hagas el Camino de Santiago, puedes usarlas para cualquier ocasión que necesites.

Sandalias

Las sandalias sólo están indicadas si vas a hacer el Camino de Santiago en verano. Eso sí, no te sirve cualquier sandalia de paseo, sino que tiene ser una sandalia multifuncional y adaptada para hacer senderismo.

Tendrás los pies frescos durante el camino y además de ir cómodo, podrás usarlas para descansar en las paradas que vayas haciendo. Las tiras deben sujetar el empeine y el tobillo para que el pie vaya seguro.

Las suelas tienen que ser acolchadas y con forma ergonómica para adaptarse a la perfección a la forma del pie. Ya que éste va expuesto al aire y debe estar lo más protegido posible. Eso sí, la ventaja de esta exposición es que hay menos piel proclive a sufrir rozaduras, heridas o ampollas.

Aún así, no es recomendable llevar las sandalias sin medias o calcetines debajo porque los bordes de las tiras de sujeción pueden crear pequeños roces en la piel.

Es conveniente llevar en el equipaje un calzado adicional para los momentos de descanso. Puede tratarse de zapatillas o sandalias convencionales, mucho más suaves, ligeros y flexibles que el calzado que hayas estado llevando durante el día.

Las sandalias son bastante recomendables ya que liberan al pie y dejan que la piel respire. En verano se pueden usar en tramos sencillos. Además, también hay que llevar chanclas para evitar hongos en las duchas de los albergues o para refrescar los pies en un río sin clavarte las piedras del fondo.

Cómo elegir el calzado ideal para hacer el Camino de Santiago

Uno de los primeros consejos que tenemos que darte es nunca estrenar calzado en el Camino de Santiago porque puedes arrepentirte de esa decisión. Si no son cómodos, puedes acabar con los pies hinchados o con rozaduras y ampollas.

El calzado que vayas a utilizar debe estar muy acostumbrado a tu pie y con esto no nos referimos a que te lo pongas a ratos en casa una semana antes de hacer el Camino de Santiago, sino que hayas recorrido ya algunos kilómetros con él. Mínimo tienes que usarlo durante tres meses.

Eso sí, tampoco te lo tomes al pie de la letra y lleves un calzado demasiado desgastado porque sería un gran problema el hecho de que te quedases sin calzado en pleno Camino. Ello supondría tener que adquirir uno nuevo y podría salir mal si no se adapta a tu pie con rapidez. 

El mejor calzado para el Camino de Santiago es aquel que no te queda demasiado justo. Si al probártelo los talones o las puntas de los dedos rozan con el zapato, es mejor que cojas una talla más. 

Piensa que conforme pasen las horas y las jornadas de viaje, los pies tenderán a hincharse y puedes pasarlo mal si los dedos y los talones se llenan de rozaduras y ampollas. Además, en el momento en el que te pongas a bajar por una montaña, los pies tienden a ir hacia adelante por lo que, si el calzado te queda justo, es probable que llegues a tocar en la puntera con la punta de los dedos.

Antes de comprar, piensa en la época del año en la que vas a realizar el Camino de Santiago y también qué tipo de rutas vas a escoger. No es igual un camino pedregoso en invierno con lluvia y hielo que en verano con polvo y calor.

Si es necesario, no dudes en llevar dos tipos de calzado para ir cambiando en cada etapa o incluso dentro del mismo día. Vale más hacer una parada para cambiarte de calzado para estar más cómodo. 

Aunque no lo creas, son muchos los peregrinos que cambian de zapatos según el momento y, por desgracia, también son muchos los peregrinos que se ven forzados a abandonar porque un calzado inadecuado les ha destrozado los pies. Tú decides a qué grupo quieres pertenecer.

No pienses que seguir estos consejos implica un desembolso importante de dinero en cualquiera de las vertientes que elijas. Por supuesto, siempre tienes que buscar la calidad porque se trata de la salud de tus pies, pero dentro de la calidad, hay precios asequibles.

Como recomendación final, dedica un tiempo a calzarte cada mañana para evitar arrugas o dobleces que te puedan causar incomodidad durante el día o incluso rozaduras o heridas. Puedes untarte los pies con vaselina para prevenir las ampollas.

Procura que los calcetines queden bien estirados, sin dobleces ni arrugas (son muy molestos), y no aprietes demasiado fuerte los cordones de las botas.

Características que debe tener el calzado para hacer el Camino de Santiago en verano

En verano deberías procurar no ponerte botas ya que podrías tener demasiado calor en los pies y sentirte incómodo, además de que no es sano tener el sudor acumulado en la piel. Unas zapatillas de trekking podrían ser una buena opción ya que transpiran y son más ligeras.

Si viajas en los meses más calurosos del verano podrías llevar sandalias multifuncionales adaptadas para hacer senderismo ya que son cómodas y llevarás el pie fresco. Procura que tenga buenas sujeciones y que la suela no resbale.

En el caso de que tengas pies delicados o seas propenso a las lesiones y torceduras, puedes optar a un tipo de botas de montaña mucho más ligeras que las de invierno y transpirables para no acumular el sudor.

Características que debe tener el calzado para hacer el Camino de Santiago en invierno

El calzado ideal para hacer el Camino de Santiago en invierno tendría que ser unas botas de caña media con membrana impermeable y transpirable para la humedad. Es la forma de mantener tus pies secos y protegidos en los días de lluvia y frío.

No dudes en complementar este calzado grueso e impermeable con unos buenos calcetines para evitar en todo momento que los pies puedan mojarse o enfriarse. 

Lo mejor que puedes hacer para no equivocarte en la elección del calzado adecuado para el Camino de Santiago es precisar en qué momento y bajo qué características vas a emprender tu aventura. A partir de ahí, es fácil determinar qué vas a necesitar y cómo encontrarlo.

Qué llevar en la mochila al Camino de Santiago

equipaje para llevar al camino de santiago

El Camino de Santiago es una de esas experiencias que hay que procurar que todo salga lo mejor posible, y un factor muy importante para esto es saber elegir la ropa adecuada para sentir las menores incomodidades.

Piensa que hacer el Camino de Santiago no es como el turismo convencional, en el que llevas la maleta llena de ropa, pero que dejas en el hotel. Aquí tendrás que estar con tu mochila día y noche y, por lo tanto, no puedes llenarla de prendas “por si acaso”.

A continuación vamos a ofrecerte algunos consejos acerca de la ropa adecuada para el Camino de Santiago, para que todo salga bien.

Consejos prácticos a la hora de hacer el equipaje para el Camino de Santiago

equipaje para el camino De Santiago

Hacer el peregrinaje a Santiago de Compostela requiere de una preparación importante por parte del peregrino y por lo tanto hay que planear bien qué va a llevar en la mochila para realizar el Camino de Santiago.

No es un paseo por el bosque de una tarde ni un día de montaña. Es un camino que en ocasiones puede ser pesado, sobre todo en los meses en que el invierno es muy crudo, o por el contrario, cuando el sol parece no dar tregua, en pleno verano.

Es muy importante planear de antemano qué meter en la mochila, qué vamos a necesitar y de qué podemos prescindir. Sobre todo si hacemos el camino a pie, ya que en caso de hacer el camino en bicicleta nos podemos ayudar de unas buenas alforjas.

Igualmente, ya sea en bicicleta o a pie debemos tener en cuenta que no debe sobrar ni faltar nada. Si olvidamos algo importante, como podría ser un medicamento especial o cualquier otra cosa muy importante, tendríamos un contratiempo.

Lo mismo si nos sobrecargamos de cosas “por si las llegásemos a necesitar”. El camino de Santiago es largo y si llevamos más peso de lo que deberíamos, puede hacerse aún más largo. Por lo que cuanto menos peso llevemos mejor tanto nuestra espalda, o si vamos en bicicleta, para nuestras piernas.

Qué llevar en la mochila al Camino de Santiago

Es imprescindible hacer un listado de todo lo que queramos incluir en nuestra mochila. También es importante pesarla, hacer pruebas, caminar un poco, y pensar que será el equipaje que tendremos en la espalda llueva, truene o salga un sol radiante, durante varios días o semanas, dependiendo del recorrido que hagamos.

Mucha gente piensa que cuantas más cosas lleve en la mochila mejor. Sobre todo en invierno ya que es cuando más ropa o necesidades tendremos debido a la lluvía y mal tiempo. Sin embargo, tal y como hemos comentado anteriormente si llevamos mucho peso, repercutirá en nuestra experiencia y hará que no sea tan placentera como debería.

Material imprescindible que hay que llevar en la mochila

Por descontado, una buena mochila de viaje. Hay de diferentes tipos y calidades, pero sin duda las mejores son las de montaña o las de senderismo. Una mochila de 40 o 45 litros es lo ideal. No hace falta que la lleves a reventar de cosas, es mejor que sobre un poco de espacio. Además cuantas más cosas llevemos más peso tendrá.

Usar una mochila de menos litros, puede ser una buena opción porque son maleables, pero corremos el riesgo, por ejemplo durante un día de calor, de no poder colocar todo y por lo tanto no liberaremos completamente las manos. 

Saco de dormir. Hay de diferentes precios y calidades, pero sin duda los mejores son los que menos espacio ocupan, los llamados ultraligeros.

Los documentos de identificación son muy importantes (NIE, DNI, Pasaporte, Libro de familia, etcétera), así como otras tarjetas (tarjetas de crédito o débito, tarjeta sanitaria).

Además, no debemos olvidarnos del dinero en efectivo y en euros, por supuesto.

El efectivo siempre viene bien teniendo en cuenta que en muchos establecimientos pequeños que nos vamos a encontrar en el camino no aceptan tarjeta.

Un estuche con nuestros artículos personales o neceser. Aquí entraría el material de aseo, como cepillo de dientes, el protector solar, el líquido para lentillas, el jabón y cosas por el estilo.

También deberíamos llevar una toalla. Preferiblemente de las que se secan rápido y ocupan muy poco espacio, las toallas de microfibra. Este tipo de toallas se pueden conseguir en algunos supermercados grandes y tiendas de deportes.

Por último, un botiquín de primeros auxilios con material básico. Si necesitamos alguna medicación especial (para alergias, etc.) llevar lo suficiente para todo el tiempo que dure la travesía.

Ropa para el Camino de Santiago y calzado de recambio

Además de la indumentaria que llevemos puesta, que sería un pantalón (corto o largo, dependiendo de la época), unas zapatillas de senderismo ligeras y que ya hayamos utilizado previamente, una camiseta térmica o transpirable, un polar y una chaqueta de montaña, deberíamos llevar 2 mudas extras de cada prenda y 3 recambios de ropa interior.

Ropa de recambio. Camisetas térmicas y camisetas transpirables, 2 prendas de cada además de la que llevemos puesta. Opcional una sudadera de entretiempo, ya que un polar en ocasiones puede ser demasiado caluroso.

Esto también dependerá de cuándo hagamos el camino de Santiago. Si lo hacemos en invierno, sí será recomendable llevar 2 prendas para recambio además de las que llevemos puestas. Sin embargo, si hacemos el camino en verano, posiblemente con una prenda de recambio nos sirva ya que en los albergues podemos aprovechar a lavar la ropa que hemos llevado puesta durante la etapa y secarla. Recuerda que cuantas menos cosas lleves, menos peso tendrás en la mochila.

Ropa interior de recambio. Esta ropa sería principalmente 3 prendas extras de ropa interior (calzoncillos, bragas y sujetadores) y 3 pares de calcetines. 

Cómo organizar una mochila para el Camino de Santiago

Nadie ha hecho un curso ni ha escrito jamás una guía, que sepamos, de cómo se debería organizar la mochila para hacer el Camino de Santiago, pero hay cosas de sentido común que podemos recomendar.

Por ejemplo, no hace falta colocar las mudas de ropa o los pares de zapatos extra en la parte superior de la mochila. Sin embargo sí debemos tener bastante a mano algunas cosas como la identificación, la tarjeta sanitaria o el botiquín de primeros auxilios. También el agua, que podremos llevar en una cantimplora colgando.

En todo caso una organización ideal sería:

Las cosas que seguramente no vayamos a necesitar, como una prenda de cada muda, en la parte inferior de la mochila.

En el bolsillo que suelen llevar debajo las mochilas de viaje y senderismo podemos colocar las zapatillas de recambio y la chanclas.

En la parte superior, en el bolsillo de la tapa, la toalla y una de las mudas, tanto de camiseta como de ropa interior, y en alguno de los bolsillos laterales, dinero, la identificación y otras tarjetas. Hay quienes prefieren llevar una riñonera, cosa que no está nada mal, para tener estas cosas a mano y en un lugar seguro, pegadas al cuerpo.

En la parte superior de la mochila, el botiquín y el neceser.

De esta manera aprovecharíamos bastante bien los diferentes niveles que nos permiten este tipo de mochilas.

Esta sería la manera de colocar el equipaje o mochila para el camino de Santiago de una manera lógica y práctica.

Qué más deberíamos llevar en el equipaje

En nuestro equipaje para el Camino de Santiago deberíamos incluir algunos gadgets imprescindibles como gafas de sol(sobre todo en los meses de verano), una linterna(por si nos pilla la noche en medio del camino), una navaja multiusos (nos puede venir bien para cortar, para cortarnos las uñas, destapar un envase y mil cosas más) y una cantimplora o botella ligera reutilizable.

Todo peregrino que haya hecho el camino de Santiago te dirá que es una experiencia única que debes vivirla al menos una vez en la vida. Sin embargo, si no vamos bien equipados puede pasar de ser una gran experiencia a ser una mala.

Hagas el camino a pie, en bicicleta o a caballo, el camino de Santiago es largo y te llevará unas cuantas etapas hasta llegar a Santiago de Compostela. Por lo que debes de tener mucho cuidado en no pasarte del peso que realmente puedas llevar en la mochila porque luego lo vas a notar. Debes llevar únicamente lo estrictamente necesario.

Esperamos que ahora tengas una idea más clara de qué debes meter en tu mochila y que nuestros consejos te ayuden a vivir la gran experiencia que es el camino de Santiago con la mayor comodidad posible.