Cómo elegir el mejor saco de dormir para el Camino de Santiago

sacos de dormir para el camino de santiago

Si estás pensando en hacer de peregrino, quizá una de tus dudas sea si hace falta llevar un saco de dormir en el Camino de Santiago. Tomar una mala decisión en este sentido puede hacer que tu viaje sea un fiasco, así que tienes que pensar bien lo que vas a hacer.

Por lo general, si tienes pensado alojarte en hostales, hoteles o similares no vas a necesitar el saco de dormir.

Pero si tu intención es pasar las noches en albergues y lugares por el estilo, en los que no tienes garantizada una cama, es preferible que te cures en salud y lleves un saco de dormir.

El saco de dormir debe ser ligero para que no tengas que cargar demasiado peso al equipaje y también tiene que ser impermeable para evitar cualquier humedad.

Teniendo en cuenta la zona que vas a recorrer, es más que seguro que llueva en alguna ocasión, dependiendo de la estación del año.

Asegúrate de escoger un saco en el que puedas meterte de forma holgada y que se adapte a la temperatura exterior para que no pases frío pero que tampoco tengas calor.

Tipos de sacos de dormir y grados de confort

sacos de dormir para el camino de santiago

Existe una gran variedad de sacos de dormir, así que es preferible que estés un poco informado antes de decidirte por uno. El saco de dormir es un elemento muy importante en tu viaje y no puedes correr riesgos.

Vamos a explicarte qué tipos de sacos de dormir existen y qué características tienen para que puedas ir eligiendo el que mejor se adapte a ti y a tus necesidades.

  • Saco rectangular. Tiene una cremallera que lo rodea, de forma que se puede abrir por completo para usarlo como colcha si hace frío. Puede unirse a otro saco mediante la cremallera y es muy apropiado para pernoctar en verano.
  • Saco de momia. Está cerrado por completo dejando solo un hueco para asomar la cara, ya que cubre también la cabeza. Tiene una cremallera lateral que permite unir dos sacos de las mismas características.
  • Sábana-saco. Consiste en un saco fabricado con tela de sábana que sirve para evitar el contacto con ropa de cama de albergues y refugios, o por si tienes que usar un saco de dormir que no es tuyo.
  • Saco doble. Se utiliza en ambientes muy fríos, en especial zonas de montaña. Son dos sacos de plumas cosidos entre sí, con cremalleras alternas para que aislen aún más del frío.
  • Vivac. Es una funda que se utiliza cuando se duerme al raso y hace las veces de impermeable además de cortar el viento. No transpira.

Pero los sacos de dormir se pueden clasificar también en base a su material, por ejemplo, ya que los hay de plumas, más adecuados para el frío, o sintéticos, más económicos y fáciles de encontrar en tiendas.

De hecho, es muy importante determinar cuál es el grado de confort de cada saco para saber si te va a resultar de utilidad o no. Este grado de confort se mide por la temperatura de la que es capaz de protegerte el saco.

En el año 2002 se establecieron las certificaciones oficiales de la Unión Europea que marcan este grado de confort de los sacos de dormir. Al existir esta homologación, es mucho más sencillo comparar sacos para saber cuál te interesa más.

Los grados de confort son cuatro:

  • Grado máximo. Temperatura máxima a la que un hombre de unos 80 kilos puede dormir con comodidad sin sudar demasiado.
  • Grado de confort. Temperatura mínima a la que una mujer de unos 60 kilos puede dormir con comodidad.
  • Grado límite. Temperatura mínima a la que un hombre de unos 80 kilos puede dormir con comodidad.
  • Grado extremo. Temperatura mínima para sobrevivir en la que una mujer de unos 60 kilos podría llegar a sufrir una hipotermia. 

La distinción entre hombre y mujer viene derivada del hecho de que las mujeres tienen hasta 5º más de sensibilidad al frío.

Los dos últimos son los que están pensados para ambientes fríos de montaña. Recuerda buscar la etiqueta en el saco antes de comprarlo para ver las especificaciones del fabricante. 

Las certificaciones de la Unión Europea no son obligatorias, así que es mejor comprobar los criterios del fabricante en lugar de asumir de forma directa que el grado de confort va a ser el mismo en cualquier saco de dormir.

Nuestra recomendación es que busques un saco que tenga una temperatura confort algo más baja que la que esperas en el lugar donde vayas a dormir. Así, si hace frío estarás cubierto y si hace calor, solo tendrás que bajar la cremallera.

Además de tener en cuenta las temperaturas mínimas del lugar en el que vas a dormir, recuerda que también has de pensar en tu propia naturaleza, en la ropa que vas a llevar y otros factores que puedan afectar a la temperatura.

Cuanto más te ajustes a la realidad, mayor confort alcanzarás a la hora de dormir en el saco. 

Cómo elegir el mejor saco de dormir para el Camino de Santiago

como elegir un saco de dormir para el camino de santiago

Pero ahora vamos a centrarnos en el saco de dormir para el Camino de Santiago y en las necesidades concretas que puedas tener durante ese viaje. Es muy importante que prestes atención a ciertos detalles para no arruinar tu experiencia.

Como decíamos en la introducción, uno de los aspectos que no tienes que perder de vista es el propio peso del saco que se sumará a la mochila y al resto de enseres que lleves para hacer el Camino. 

De hecho, te recomendamos no llevar la funda del saco al Camino sino guardarlo en una bolsa de plástico que pesa mucho menos. Procura, además, no doblarlo siempre por los mismos sitios para que el relleno no se acabe estropeando.

En el mercado vas a encontrar sacos de dormir de pesos muy variados que dependen del material del que estén fabricados y, por tanto, de la protección ante el frío que ofrecen.

Por ejemplo, un saco de plumón o de plumas es más ligero que uno sintético pero retiene más el calor y también suele ser más caro.

Si eliges un saco de dormir con relleno sintético no tiene por qué ser de mala calidad ya que en los últimos años se están consiguiendo rellenos sintéticos que llegan a alcanzar casi las mismas prestaciones que los de plumas.

El tipo de saco más recomendado para hacer el Camino de Santiago es el de momia, ya que te cubre por completo y, en el caso de que tengas calor, basta con que no te cubras la cabeza. Sin embargo, un saco rectangular convencional puede ser igual de práctico.

Además, la elección del mejor saco de dormir para el Camino de Santiago también va a depender del momento del año en que decidas hacer el peregrinaje. 

Características que debe tener un saco de dormir para hacer el Camino de Santiago en verano

Si vas a hacer el Camino de Santiago en verano no vas a necesitar un saco de dormir que soporte temperaturas exteriores demasiado bajas.

Los sacos de confort medio para temperaturas exteriores de 15 a 20 grados pueden ser útiles, ya es la temperatura que hay en un albergue en esa época del año.

En cualquier caso, tienes que tener en cuenta tu propia naturaleza, es decir que si eres un poco friolero quizá sea mejor que lleves un saco con un grado de confort diferente.

Piensa que las noches en Galicia y en la zona del Camino suelen ser más frescas que en otras regiones de España en la misma época.

Por el contrario, si eres más bien caluroso quizá podrías optar por un saco-sábana que además de pesar menos que un saco convencional, también ocupa menos espacio. 

Características que debe tener un saco de dormir para hacer el Camino de Santiago en invierno

que saco de dormir elegir para hacer el camino de santiago en invierno

En invierno tienes que prestar más atención a la hora de elegir un saco de dormir.

Aunque en principio un saco de confort medio podría servirte, ya que se da por hecho que en los albergues habrá calefacción, te recomendamos conseguir un saco para temperaturas mínimas de unos 10 grados por lo que pudiera pasar.

Además, para conseguir un poco de calor extra puedes llevar también un saco-sábana para complementar tu saco de dormir habitual aunque, si además llevas bastante ropa encima, puede resultar incómodo a la hora de coger el sueño.

Si haces el Camino en invierno no puedes usar un saco de dormir que no sea impermeable. La zona en sí es húmeda y con tendencia a la lluvia y en invierno, las posibilidades aumentan.

No corras el riesgo de coger un resfriado debido a la humedad por no haber escogido un saco que aisle lo suficiente del frío y la lluvia.

Para elegir el mejor saco de dormir en el Camino de Santiago solo tienes que atender al sentido común y a tus propias preferencias.

No pierdas de vista que se trata del momento de descanso de tu peregrinaje y lo importante que es para recuperar energías y seguir el camino al día siguiente.

Algunos consejos extra para elegir un saco de dormir

Cuál es el calzado ideal para hacer el Camino de Santiago

calzado para hacer el camino De Santiago

Si te has decidido al fin a hacer el Camino de Santiago a pie, una de las cosas más importantes en las que tienes que pensar es, por supuesto, el calzado que vas a llevar. Se trata de una elección que puede cambiar tu experiencia de una forma drástica.

De hecho, el Camino de Santiago puede convertirse en un completo infierno si tomas una decisión que haga que tus pies no aguanten los caminos llenos de piedras, la lluvia y las horas de caminata, los grandes enemigos presentes casi en todo momento.

Son muchos los peregrinos que llegan al final de la etapa con los pies destrozados por no haberse tomado el tiempo suficiente para pensar en el tipo de calzado que iban a llevar. 

Si te pones a preguntar a la gente que te rodea, podrás recibir tantas respuestas como número de personas acudas en busca de ayuda. Piensa que cada uno tiene sus circunstancias y experiencias y que no tienen porqué coincidir con las tuyas.

Por eso hemos elaborado un artículo con toda la información que necesitas y también algunos consejos útiles que te ayudarán a decidir.

Tipo de calzado para hacer el Camino de Santiago

En primer lugar, vamos a analizar el tipo de calzado adecuado para el Camino de Santiago y qué ventajas y desventajas tiene cada uno de ellos.

Botas de trekking

Las botas de trekking son una buena elección siempre y cuando no tengan la caña alta, ya que esos modelos suelen ser rígidos y muy tiesos, algo que con el paso de las horas puedes lamentar.

Tienes que escoger las que lleven caña media y a ser posible, inclinada, para que puedas caminar durante horas sin molestias. Además, los cordones tienen que sujetar con bastante firmeza y, a ser posible, con una lengüeta acolchada que te otorgue una mejor seguridad mientras vas andando.

La puntera tiene que llevar un refuerzo de caucho al igual que el talón. Así mismo la suela tiene que ser también de caucho carbono de densidad doble. De esta forma, vas a conseguir una mayor durabilidad de la suela y también una mejor adherencia para evitar resbalar con la lluvia y el barro.

Además, las botas de caña media te ayudarán a evitar torceduras de tobillo y, por lo tanto, posibles esguinces. Son recomendables también si piensas seguir practicando trekking y senderismo después de hacer el Camino de Santiago.

Zapatillas de trekking

Las zapatillas, si optas por este tipo de calzado, es mejor que elijas zapatillas de trekking y no zapatillas de deporte convencional ya que, estas últimas, no te van a ofrecer la protección que necesitas durante el Camino de Santiago.

De hecho, las zapatillas de trekking otorgan una gran transpiración, ligereza y movimiento por lo que acaban resultando ser muy cómodas. Al sudar menos los pies, estarás menos expuesto a rozaduras y ampollas.

Estas zapatillas tienen una suela flexible y acolchada con lo que evitarás que haya una excesiva presión en las rodillas y en los tobillos evitando posibles lesiones por sobrecarga. Pesan menos que las botas así que ayudan a que el equipaje sea más liviano.

Otro de los puntos fuertes de las zapatillas de trekking es que son muy versátiles y una vez que hagas el Camino de Santiago, puedes usarlas para cualquier ocasión que necesites.

Sandalias

Las sandalias sólo están indicadas si vas a hacer el Camino de Santiago en verano. Eso sí, no te sirve cualquier sandalia de paseo, sino que tiene ser una sandalia multifuncional y adaptada para hacer senderismo.

Tendrás los pies frescos durante el camino y además de ir cómodo, podrás usarlas para descansar en las paradas que vayas haciendo. Las tiras deben sujetar el empeine y el tobillo para que el pie vaya seguro.

Las suelas tienen que ser acolchadas y con forma ergonómica para adaptarse a la perfección a la forma del pie. Ya que éste va expuesto al aire y debe estar lo más protegido posible. Eso sí, la ventaja de esta exposición es que hay menos piel proclive a sufrir rozaduras, heridas o ampollas.

Aún así, no es recomendable llevar las sandalias sin medias o calcetines debajo porque los bordes de las tiras de sujeción pueden crear pequeños roces en la piel.

Es conveniente llevar en el equipaje un calzado adicional para los momentos de descanso. Puede tratarse de zapatillas o sandalias convencionales, mucho más suaves, ligeros y flexibles que el calzado que hayas estado llevando durante el día.

Las sandalias son bastante recomendables ya que liberan al pie y dejan que la piel respire. En verano se pueden usar en tramos sencillos. Además, también hay que llevar chanclas para evitar hongos en las duchas de los albergues o para refrescar los pies en un río sin clavarte las piedras del fondo.

Cómo elegir el calzado ideal para hacer el Camino de Santiago

Uno de los primeros consejos que tenemos que darte es nunca estrenar calzado en el Camino de Santiago porque puedes arrepentirte de esa decisión. Si no son cómodos, puedes acabar con los pies hinchados o con rozaduras y ampollas.

El calzado que vayas a utilizar debe estar muy acostumbrado a tu pie y con esto no nos referimos a que te lo pongas a ratos en casa una semana antes de hacer el Camino de Santiago, sino que hayas recorrido ya algunos kilómetros con él. Mínimo tienes que usarlo durante tres meses.

Eso sí, tampoco te lo tomes al pie de la letra y lleves un calzado demasiado desgastado porque sería un gran problema el hecho de que te quedases sin calzado en pleno Camino. Ello supondría tener que adquirir uno nuevo y podría salir mal si no se adapta a tu pie con rapidez. 

El mejor calzado para el Camino de Santiago es aquel que no te queda demasiado justo. Si al probártelo los talones o las puntas de los dedos rozan con el zapato, es mejor que cojas una talla más. 

Piensa que conforme pasen las horas y las jornadas de viaje, los pies tenderán a hincharse y puedes pasarlo mal si los dedos y los talones se llenan de rozaduras y ampollas. Además, en el momento en el que te pongas a bajar por una montaña, los pies tienden a ir hacia adelante por lo que, si el calzado te queda justo, es probable que llegues a tocar en la puntera con la punta de los dedos.

Antes de comprar, piensa en la época del año en la que vas a realizar el Camino de Santiago y también qué tipo de rutas vas a escoger. No es igual un camino pedregoso en invierno con lluvia y hielo que en verano con polvo y calor.

Si es necesario, no dudes en llevar dos tipos de calzado para ir cambiando en cada etapa o incluso dentro del mismo día. Vale más hacer una parada para cambiarte de calzado para estar más cómodo. 

Aunque no lo creas, son muchos los peregrinos que cambian de zapatos según el momento y, por desgracia, también son muchos los peregrinos que se ven forzados a abandonar porque un calzado inadecuado les ha destrozado los pies. Tú decides a qué grupo quieres pertenecer.

No pienses que seguir estos consejos implica un desembolso importante de dinero en cualquiera de las vertientes que elijas. Por supuesto, siempre tienes que buscar la calidad porque se trata de la salud de tus pies, pero dentro de la calidad, hay precios asequibles.

Como recomendación final, dedica un tiempo a calzarte cada mañana para evitar arrugas o dobleces que te puedan causar incomodidad durante el día o incluso rozaduras o heridas. Puedes untarte los pies con vaselina para prevenir las ampollas.

Procura que los calcetines queden bien estirados, sin dobleces ni arrugas (son muy molestos), y no aprietes demasiado fuerte los cordones de las botas.

Características que debe tener el calzado para hacer el Camino de Santiago en verano

En verano deberías procurar no ponerte botas ya que podrías tener demasiado calor en los pies y sentirte incómodo, además de que no es sano tener el sudor acumulado en la piel. Unas zapatillas de trekking podrían ser una buena opción ya que transpiran y son más ligeras.

Si viajas en los meses más calurosos del verano podrías llevar sandalias multifuncionales adaptadas para hacer senderismo ya que son cómodas y llevarás el pie fresco. Procura que tenga buenas sujeciones y que la suela no resbale.

En el caso de que tengas pies delicados o seas propenso a las lesiones y torceduras, puedes optar a un tipo de botas de montaña mucho más ligeras que las de invierno y transpirables para no acumular el sudor.

Características que debe tener el calzado para hacer el Camino de Santiago en invierno

El calzado ideal para hacer el Camino de Santiago en invierno tendría que ser unas botas de caña media con membrana impermeable y transpirable para la humedad. Es la forma de mantener tus pies secos y protegidos en los días de lluvia y frío.

No dudes en complementar este calzado grueso e impermeable con unos buenos calcetines para evitar en todo momento que los pies puedan mojarse o enfriarse. 

Lo mejor que puedes hacer para no equivocarte en la elección del calzado adecuado para el Camino de Santiago es precisar en qué momento y bajo qué características vas a emprender tu aventura. A partir de ahí, es fácil determinar qué vas a necesitar y cómo encontrarlo.

Qué llevar en la mochila al Camino de Santiago

equipaje para llevar al camino de santiago

El Camino de Santiago es una de esas experiencias que hay que procurar que todo salga lo mejor posible, y un factor muy importante para esto es saber elegir la ropa adecuada para sentir las menores incomodidades.

Piensa que hacer el Camino de Santiago no es como el turismo convencional, en el que llevas la maleta llena de ropa, pero que dejas en el hotel. Aquí tendrás que estar con tu mochila día y noche y, por lo tanto, no puedes llenarla de prendas “por si acaso”.

A continuación vamos a ofrecerte algunos consejos acerca de la ropa adecuada para el Camino de Santiago, para que todo salga bien.

Consejos prácticos a la hora de hacer el equipaje para el Camino de Santiago

equipaje para el camino De Santiago

Hacer el peregrinaje a Santiago de Compostela requiere de una preparación importante por parte del peregrino y por lo tanto hay que planear bien qué va a llevar en la mochila para realizar el Camino de Santiago.

No es un paseo por el bosque de una tarde ni un día de montaña. Es un camino que en ocasiones puede ser pesado, sobre todo en los meses en que el invierno es muy crudo, o por el contrario, cuando el sol parece no dar tregua, en pleno verano.

Es muy importante planear de antemano qué meter en la mochila, qué vamos a necesitar y de qué podemos prescindir. Sobre todo si hacemos el camino a pie, ya que en caso de hacer el camino en bicicleta nos podemos ayudar de unas buenas alforjas.

Igualmente, ya sea en bicicleta o a pie debemos tener en cuenta que no debe sobrar ni faltar nada. Si olvidamos algo importante, como podría ser un medicamento especial o cualquier otra cosa muy importante, tendríamos un contratiempo.

Lo mismo si nos sobrecargamos de cosas “por si las llegásemos a necesitar”. El camino de Santiago es largo y si llevamos más peso de lo que deberíamos, puede hacerse aún más largo. Por lo que cuanto menos peso llevemos mejor tanto nuestra espalda, o si vamos en bicicleta, para nuestras piernas.

Qué llevar en la mochila al Camino de Santiago

Es imprescindible hacer un listado de todo lo que queramos incluir en nuestra mochila. También es importante pesarla, hacer pruebas, caminar un poco, y pensar que será el equipaje que tendremos en la espalda llueva, truene o salga un sol radiante, durante varios días o semanas, dependiendo del recorrido que hagamos.

Mucha gente piensa que cuantas más cosas lleve en la mochila mejor. Sobre todo en invierno ya que es cuando más ropa o necesidades tendremos debido a la lluvía y mal tiempo. Sin embargo, tal y como hemos comentado anteriormente si llevamos mucho peso, repercutirá en nuestra experiencia y hará que no sea tan placentera como debería.

Material imprescindible que hay que llevar en la mochila

Por descontado, una buena mochila de viaje. Hay de diferentes tipos y calidades, pero sin duda las mejores son las de montaña o las de senderismo. Una mochila de 40 o 45 litros es lo ideal. No hace falta que la lleves a reventar de cosas, es mejor que sobre un poco de espacio. Además cuantas más cosas llevemos más peso tendrá.

Usar una mochila de menos litros, puede ser una buena opción porque son maleables, pero corremos el riesgo, por ejemplo durante un día de calor, de no poder colocar todo y por lo tanto no liberaremos completamente las manos. 

Saco de dormir. Hay de diferentes precios y calidades, pero sin duda los mejores son los que menos espacio ocupan, los llamados ultraligeros.

Los documentos de identificación son muy importantes (NIE, DNI, Pasaporte, Libro de familia, etcétera), así como otras tarjetas (tarjetas de crédito o débito, tarjeta sanitaria).

Además, no debemos olvidarnos del dinero en efectivo y en euros, por supuesto.

El efectivo siempre viene bien teniendo en cuenta que en muchos establecimientos pequeños que nos vamos a encontrar en el camino no aceptan tarjeta.

Un estuche con nuestros artículos personales o neceser. Aquí entraría el material de aseo, como cepillo de dientes, el protector solar, el líquido para lentillas, el jabón y cosas por el estilo.

También deberíamos llevar una toalla. Preferiblemente de las que se secan rápido y ocupan muy poco espacio, las toallas de microfibra. Este tipo de toallas se pueden conseguir en algunos supermercados grandes y tiendas de deportes.

Por último, un botiquín de primeros auxilios con material básico. Si necesitamos alguna medicación especial (para alergias, etc.) llevar lo suficiente para todo el tiempo que dure la travesía.

Ropa para el Camino de Santiago y calzado de recambio

Además de la indumentaria que llevemos puesta, que sería un pantalón (corto o largo, dependiendo de la época), unas zapatillas de senderismo ligeras y que ya hayamos utilizado previamente, una camiseta térmica o transpirable, un polar y una chaqueta de montaña, deberíamos llevar 2 mudas extras de cada prenda y 3 recambios de ropa interior.

Ropa de recambio. Camisetas térmicas y camisetas transpirables, 2 prendas de cada además de la que llevemos puesta. Opcional una sudadera de entretiempo, ya que un polar en ocasiones puede ser demasiado caluroso.

Esto también dependerá de cuándo hagamos el camino de Santiago. Si lo hacemos en invierno, sí será recomendable llevar 2 prendas para recambio además de las que llevemos puestas. Sin embargo, si hacemos el camino en verano, posiblemente con una prenda de recambio nos sirva ya que en los albergues podemos aprovechar a lavar la ropa que hemos llevado puesta durante la etapa y secarla. Recuerda que cuantas menos cosas lleves, menos peso tendrás en la mochila.

Ropa interior de recambio. Esta ropa sería principalmente 3 prendas extras de ropa interior (calzoncillos, bragas y sujetadores) y 3 pares de calcetines. 

Cómo organizar una mochila para el Camino de Santiago

Nadie ha hecho un curso ni ha escrito jamás una guía, que sepamos, de cómo se debería organizar la mochila para hacer el Camino de Santiago, pero hay cosas de sentido común que podemos recomendar.

Por ejemplo, no hace falta colocar las mudas de ropa o los pares de zapatos extra en la parte superior de la mochila. Sin embargo sí debemos tener bastante a mano algunas cosas como la identificación, la tarjeta sanitaria o el botiquín de primeros auxilios. También el agua, que podremos llevar en una cantimplora colgando.

En todo caso una organización ideal sería:

Las cosas que seguramente no vayamos a necesitar, como una prenda de cada muda, en la parte inferior de la mochila.

En el bolsillo que suelen llevar debajo las mochilas de viaje y senderismo podemos colocar las zapatillas de recambio y la chanclas.

En la parte superior, en el bolsillo de la tapa, la toalla y una de las mudas, tanto de camiseta como de ropa interior, y en alguno de los bolsillos laterales, dinero, la identificación y otras tarjetas. Hay quienes prefieren llevar una riñonera, cosa que no está nada mal, para tener estas cosas a mano y en un lugar seguro, pegadas al cuerpo.

En la parte superior de la mochila, el botiquín y el neceser.

De esta manera aprovecharíamos bastante bien los diferentes niveles que nos permiten este tipo de mochilas.

Esta sería la manera de colocar el equipaje o mochila para el camino de Santiago de una manera lógica y práctica.

Qué más deberíamos llevar en el equipaje

En nuestro equipaje para el Camino de Santiago deberíamos incluir algunos gadgets imprescindibles como gafas de sol(sobre todo en los meses de verano), una linterna(por si nos pilla la noche en medio del camino), una navaja multiusos (nos puede venir bien para cortar, para cortarnos las uñas, destapar un envase y mil cosas más) y una cantimplora o botella ligera reutilizable.

Todo peregrino que haya hecho el camino de Santiago te dirá que es una experiencia única que debes vivirla al menos una vez en la vida. Sin embargo, si no vamos bien equipados puede pasar de ser una gran experiencia a ser una mala.

Hagas el camino a pie, en bicicleta o a caballo, el camino de Santiago es largo y te llevará unas cuantas etapas hasta llegar a Santiago de Compostela. Por lo que debes de tener mucho cuidado en no pasarte del peso que realmente puedas llevar en la mochila porque luego lo vas a notar. Debes llevar únicamente lo estrictamente necesario.

Esperamos que ahora tengas una idea más clara de qué debes meter en tu mochila y que nuestros consejos te ayuden a vivir la gran experiencia que es el camino de Santiago con la mayor comodidad posible.

Las mejores mochilas para el Camino de Santiago

que llevar en la mochila para el camino De Santiago

Si estás planeando tu peregrinaje a Compostela no debes dejar para el último momento la tarea de elegir mochila para el Camino de Santiago. A menos que utilices un servicio de transporte por etapas, lo más normal es que durante todo el recorrido lleves tu equipaje a cuestas.

Por lo tanto, debes ser consciente que tu equipaje y tú debéis “ser uno” durante el trayecto. Aquí te informamos de los diferentes tipos de mochilas que puedes utilizar para que tu caminata sea más agradable, así como los detalles importantes que debes tener en cuenta a la hora de elegir una mochila para el Camino de Santiago.

Especificaciones generales para la mochila para el peregrino

que llevar en la mochila para el camino De Santiago

Si bien está claro que para hacer un recorrido a pie tan largo tu equipaje no debe ser otra cosa que una mochila de senderismo o montaña, es necesario que conozcas todos los tipos de mochilas de este tipo que tienes para elegir.

Hay diferentes gamas, calidades, formatos y precios. Pero sobre todo debes tener en cuenta las funcionalidades y no ir simplemente hacia lo más barato, porque este complemento debe soportar el peso durante todo el recorrido y más.

Qué mirar en la mochila del peregrino

Entre las cosas principales que hay que tener en cuenta a la hora de elegir y decantarse por las  mochilas para el Camino de Santiago, se encuentran el tamaño, las correas, las costuras y los compartimentos.

Son cosas que para una expedición de un día pueden no tener importancia pero para un peregrinaje que puede durar días o incluso semanas, esto debe ser primordial.

Tamaños

Una cosa importante es la talla. No todas las tallas son iguales, ya que el cuerpo de la persona puede variar. Por lo tanto recomendamos probar varias tallas hasta encontrar la que mejor se adapte a nuestro cuerpo. En caso de comprarla online (una opción interesante por la diferencia de precio), hay que mirar bien las especificaciones en la página de venta.

Hay que tener en cuenta además donde se ubica el cinturón de la mochila, ya que es precisamente en la cintura donde cargaremos la mayoría del peso. En este tipo de mochilas, las correas tienen la función de distribuir el peso por el cuerpo para no cargar los hombros o las lumbares en exceso.

Otra cosa importante es la capacidad. Una mochila de 40 litros, o como máximo 60 es lo recomendado para este tipo de travesías. Una mochila ligera como estas son las que se recomiendan para recorrer distancias tan largas y a pie.

Las mochilas de 40 litros son ideales ya que una vez llenas pesan como mucho 6 kilos. Por lo tanto, sin dejar de ser una medida ajustada, es perfecta para este tipo de peregrinajes. Son las más recomendadas sobre todo en épocas como verano o primavera, ya que el equipaje puede ser más ligero (menor abrigo, saco de dormir más ligero, etcétera).

En caso de que queramos meter el abrigo y el saco de dormir dentro, las mochilas de 50 litros son una buena opción. No es que sean mucho más grandes, pero lo suficiente como para poner un par de cosas más dentro. Ideales para épocas más frías, como otoño.

Las mochilas todavía más grandes, de hasta 60 litros son para invierno, cuando el abrigo debe ser mucho más serio y necesitemos más capas de ropa. Tengamos en cuenta que la zona final del Camino de Santiago es una de las más frías de la Península durante el invierno.

Correas, costuras y bolsillos

Las costuras de las mochilas para hacer el Camino de Santiago deben ser resistentes y fuertes, así como las correas y el cinturón deben ser ajustables, acolchados y cómodos. Por lo general, en la zona de las lumbares tienen un refuerzo para no cargar la espalda.

La mochila debe incluir zonas perfectamente compartimentadas, con bolsillos laterales, un bolsillo superior (en la tapa) y otro en la base para el calzado o la ropa sucia.

Tipos de mochilas para hacer el Camino de Santiago

Ahora que ya hemos repasado las especificaciones generales comunes a las mochilas, debemos conocer los diferentes modelos y tipos de mochilas que puedes elegir.

Elige entre estos modelos recomendados

Hemos seleccionado algunos modelos que cumplen a la perfección con la triple B (bueno, bonito y barato), los cuales puedes comprar directamente a través del enlace.

Free Knight de 40 litros

mochila free knight para hacer el camino De Santiago

Esta mochila de Senderismo para el Camino de Santiago está hecha de nylon y poliéster, y por lo tanto es una mochila impermeable. Con costuras reforzadas y cremalleras dobles de gran calidad. 

Contiene cuatro compartimentos bien diferenciados, con un separador en el bolsillo principal para el ordenador o un libro. Tiene dos pequeños bolsillos en la parte delantera para las cosas pequeñas. Un bolsillo inferior para las toallas, ropa sucia o zapatos de recambio, así como bolsillos laterales.

Está disponible en diferentes colores, como negro, rojo, azul y verde fluorescente.

Lixada de 50 litros

mochila lixada para hacer el camino De Santiago

Esta mochila de senderismo y alpinismo es ideal, sobre todo para las épocas de frío cuando debemos meter, además de lo básico,  algo de abrigo extra.

Está hecha de nylon muy resistente, impermeable y cuenta con un compartimiento más grande y muchos bolsillos adicionales.

Correas adaptables y ergonómicas antitranspirables. Correa de cintura y cinturón de pecho para aligerar aún más la carga y repartir el peso por todo el tronco. De esta manera la espalda y las lumbares se liberan aún más de la carga.

Contiene una funda impermeable para la lluvia en la parte inferior de la mochila y se encuentra en una variedad de colores para elegir.

Mountaintop de 40 litros

mochila para hacer el camino De Santiago

Mochila de senderismo impermeable y ergonómica, con diferentes compartimientos.

A diferencia de las otras mochilas de este tipo, su estilo urbano le dan una apariencia más moderna que las típicas mochilas que se consiguen en las tiendas especializadas.

Contiene bolsillo inferior, laterales y dos bolsillos muy elegantes en la tapa.

Disponible en en una amplia gama de hasta 13 colores diferentes.

Otros complementos para la mochila

Aunque la tela de la mochila debe ser impermeable, aconsejamos contar con una funda impermeable extra y de la misma medida exacta de la mochila, para los días de lluvia o para el rocío matinal.

Otro complemento que puede venir muy bien, es un organizador de mochilas. De esta forma llevaremos cada elemento en una bolsa y cuando tengamos que buscar algo, al estar organizado por bolsas, nos aseguramos que no nos vamos a dejar nada suelto por la mochila. Además de que va a ser más fácil de encontrar lo que estemos buscando.

La seguridad es algo primordial. A nadie nos gusta que nos roben. Durante el Camino de Santiago son muchas las ocasiones en las que dejamos las mochilas en zonas comunes y fuera del alcance de nuestra vista. Aunque no es habitual que haya robos, siempre puedes asegurarte de que nadie vaya a tener la intención de buscar en la mochila usando un candado. Sabemos que el peso es algo fundamental, pero existen candados muy ligeros con los que no verás incrementado el peso de tu mochila.

Cómo elegir la talla adecuada para tu mochila