Albergue

Todos los años miles de peregrinos del mundo, abandonan sus comodidades para realizar el Camino de Santiago de Compostela. Se trata de un entramado de trayectos, que desembocan en la Catedral de Santiago, donde se conservan las reliquias del Apóstol Santiago. 

Cada ruta tiene diferentes atractivos naturales y patrimoniales. El Camino Francés es el que tiene mayor tradición histórica. Luego está el Camino del Norte, por la costa asturgalaica. El Camino Primitivo es el más antiguo. También está el Camino Inglés por el litoral de La Coruña. Existen otros muchos Caminos, como la Vía de la Plata o el Camino Andaluz, entre otros. 

Los albergues son alojamientos concebidos específicamente para los viajeros que deciden emprender este peregrinaje. Estos refugios promueven las comodidades y el espíritu comunitario de esta inolvidable experiencia. 

Dormir en el Camino de Santiago

Los albergues son los alojamientos más famosos de la travesía. Su existencia es producto de una tradición milenaria. Están presentes en todas las guías del Camino de Santiago. Cada peregrino debe saber que existen diferentes tipos de albergues. Algunos pertenecen a entidades religiosas (monasterios o parroquias), otros están controlados por la administración pública (comunidades autónomas o municipios) y también existen albergues privados. 

¿Albergue u hotel?

Las personas realizan el Camino de Santiago por muy diversas razones. Unos tienen motivos espirituales, otros son turistas o exploradores que desean deleitarse con la naturaleza y el patrimonio histórico y cultural, y hasta hay quienes lo asumen como un reto deportivo. 

La decisión de dormir en un albergue o en un hotel, va a depender de las expectativas y necesidades de los visitantes.

Estas son las principales ventajas de los albergues: 

Están pensados para lograr una inmersión profunda en la experiencia del Camino. Son una fuente de relaciones humanas y crecimiento espiritual. Las personas que los gerencian, cuentan con un amplio conocimiento sobre la historia, las costumbres y los símbolos más importantes del Camino. 

En ellos se reúnen numerosos peregrinos provenientes de todo el planeta. Es una oportunidad única para compartir con diferentes culturas, socializar, intercambiar experiencias y disfrutar de una armónica atmósfera comunitaria. 

Ofrecen numerosos servicios para sus huéspedes. Están equipados con cocina, donde los visitantes pueden hacer sus propias comidas en compañía de otros viajeros. Casi todos tienen secadoras y lavadoras, así como áreas comunes para conversar y descansar. Algunos están ubicados en hermosos paisajes y tienen unas vistas impresionante. 

La ventaja más destacada de los albergues es su bajo coste. Los públicos son la opción más barata para un peregrino. Los municipales, por ejemplo, tienen un precio que oscila entre los 5 o 6 euros por noche. También hay alternativas que trabajan por medio de donativos, como es el caso de los religiosos (monasterios o parroquiales). Los privados tienen una tarifa que está entre los 13 y 15 euros la noche. 

Aunque estén alejados de la ciudad, estos refugios cuentan con una buena conexión a internet y electricidad para cargar los dispositivos móviles. 

Al estar ajustados a los requerimientos básicos de los caminantes, no tienen servicios de lujo, como baños individuales o sábanas de tela. Sin embargo, sus beneficios son incalculables. 

Quienes se encuentren planificando su ruta para el Camino de Santiago, deben verificar la disponibilidad de los refugios. Su demanda es muy alta y se hace necesario reservar con anticipación por Internet.