Apóstol

Los apóstoles fueron pioneros del cristianismo y hombres escogidos por Jesús, seres emblemáticos que presenciaron momentos únicos e irrepetibles junto al gran hijo de Dios.

En el caso del apóstol Santiago, sobresalió por seguirlo hasta la muerte misma. Se convirtió en un mártir recordado, por lo que los turistas se sienten atraídos hacia este particular personaje y visitan con gusto sus restos ubicados en Compostela, tras realizar el trayecto pertinente a través del interesante camino de Santiago.  

Recorrido sin igual

Conocer este fascinante lugar favorece la comprensión de sucesos primarios y fortalece la fe. Durante el recorrido miles de visitantes son felices de estar al aire libre bien sea a pie, en bicicleta o a caballo. El principal interés tiene que ver con visitar la tumba del apóstol Santiago y aprovechar la ocasión para realizar alguna petición particular.

Para otros, significa el cumplimiento de alguna promesa, realizar ejercicio físico, convicción religiosa o simplemente para conocer la senda en la que reposan los restos de uno de los primeros mártires de Jesucristo.

Tras la muerte de este seguidor, la tradición cristiana apunta que el cadáver fue trasladado a España y colocado en una tumba situada en la denominada Gallaecia, que fue descubierta en el año 820. Luego se realizó la construcción de la catedral que se consigue en la última parte de este magnífico camino.

A esta aventura acuden cualquier tipo de visitantes, sean religiosos o no. El contacto con la naturaleza libera de tensión a cualquiera, permite el reencuentro personal, reflexión y distanciamiento del ajetreado día a día. Otro aspecto positivo está asociado con la creación de vínculos con las demás personas que circulan por la zona.

En el trayecto, hay distintas edificaciones artísticas y diversidad gastronómica cultural. Este esplendido camino fue declarado como itinerario cultural europeo y patrimonio de la humanidad.

Credencial de gran valor

Al concluir el camino de Santiago, los visitantes reciben un reconocimiento de la Iglesia denominado la Compostela, sin importar las creencias religiosas que tengan, siempre que la peregrinación haya sido efectuada por razones espirituales, religiosas o en la búsqueda de algo.

Adicionalmente, para ser acreedor de esta valiosa credencial es indispensable cumplir con estos requisitos:

  • Los últimos 100 km deben efectuarse a pie o a caballo o en su defecto que los últimos 200 km concluyan en bicicleta.
  • Reunir las estampillas de cada uno de los lugares de la ruta, tales como albergues, iglesias, catedrales, monasterios y más.
  • Realizar el sellado mínimo 2 veces al día durante los últimos 100 o 200 km, según sea el caso.
  • Orden cronológico y geográfico del trayecto.

La oficina de acogida al peregrino depende de la Catedral de Santiago, es el lugar autorizado para autorizar la emisión de la credencial y conceder la conocida Compostela. Los niños que acompañen a sus padres también pueden obtener certificados especiales, lo cual dependerá del grado de comprensión espiritual de la actividad efectuada.

Sea cual sea la ruta a elegir, la proximidad con este especial servidor de Jesús es muy reconfortante, sin dejar de un lado, el recuerdo de esta mágica visita que permanecerá en la memoria por siempre.