Botafumeiro

Uno de los símbolos más populares que no se puede dejar de visitar en la Catedral de Santiago de Compostela es el Botafumeiro, un incensario de gran tamaño que se encuentra suspendido a más de 20 metros de altura, pesa aproximadamente 54 kg y mide metro y medio de altura.

Su principal función es esparcir un aromático humo de incienso por el templo durante su pendular vuelo, que se ha convertido en todo un ritual y espectáculo fascinante para miles de peregrinos que realizan el Camino de Santiago.

¿Qué es y cómo funciona el botafumeiro?

El botafumeiro es un gran recipiente bañado en plata que se encuentra anclado a una cuerda que mide más de 60 metros en el crucero de la catedral, lo que le permite desplazarse como un péndulo gracias a un sistema de poleas, el cual es manejado por los “tiraboleiros”. 

El nombre de este objeto proviene del gallego y significa literalmente “echador de humo”, se forma por los verbos botar= echar y fume= humo. El tamaño de este objeto se encuentra adaptado a las dimensiones de la catedral, para garantizar que pueda realizar su desplazamiento sin problema alguno. 

Lo que hace tan interesante a este ritual es el característico vuelo pendular, y para lograrlo los tiraboleiros tiran de la cuerda que baja hasta el suelo del altar mayor, activando el sistema de poleas que permite que el botafumeiro vaya tomando impulso y elevándose cada vez más, hasta casi rozar el techo.

La altura alcanzada en el vuelo tiene que conseguir que el botafumeiro llegue a estar separado del techo por un metro de distancia como máximo.

Se calcula que puede alcanzar una inclinación con un ángulo de hasta 82º como máximo y 68 km/h de velocidad. Durante su movimiento va difuminando el humo del incienso por toda la estancia, y este ritual dura unos 5 minutos aproximadamente.

Se necesitan 8 tiraboleiros para ponerlo en acción, que deberán colgarse de la cuerda para poder detenerlo.

Orígenes del botafumeiro

Su procedencia exacta hoy día sigue siendo desconocida, pero uno de los primeros registros de su existencia data del año 1.322, en una anotación en el Códice Calixtino, aunque se cree su llegada a la basílica pudo ser de algunos años antes de esa fecha. 

Del mismo modo, el origen de su nombre fue surgiendo a lo largo de los años, ya que en algunas escrituras antiguas del siglo XIV era descrito como “el gran incensario”.

Se dice que entre los motivos principales de su instalación hay dos: ser un símbolo que representa la gloria y purificación espiritual, y ser un objeto que al emanar humo de incienso ayuda a aromatizar el ambiente y contrarrestar ciertos aromas que surgen por las grandes aglomeraciones de peregrinos que llegan a la catedral.

En 1.554, el rey francés Luis XI encargó la construcción de este gran incensario de plata que robaron las tropas napoleónicas a principios del siglo XIX.

El botafumeiro actual y de uso habitual que se encuentra en la basílica, fue construido en 1851 por José Losada, un platero de Compostela. Se restauró en 2006. Se le  renovó el baño de plata y su estructura de bronce y latón.

De los primeros incensarios se tiene poca información, pero algunos historiadores especulan que posiblemente contaban con una estructura diferente y eran elaborados en plata.

Cuándo son los “vuelos” del botafumeiro

Durante los siglos XIX y XX el ritual con el botafumeiro se realizaba en ocasiones especiales y muy pocas veces al año. No obstante, hoy día se lo puede ver “volando” en doce ocasiones al año:

  • El 6 de enero por la Epifanía del Señor.
  • El 21 de abril durante el Domingo de Resurrección.
  • El 23 de mayo conmemorando la aparición del Apóstol en la batalla de Clavijo.
  • El 30 de mayo celebrando la Ascensión del Señor.
  • El día de la celebración de Pentecostés, 50 días después de la celebración de la Pascua.
  • El 25 de julio con motivo de el Martirio de Santiago.
  • El 15 de agosto exaltando la Asunción de María.
  • El 1 de noviembre por el Día de Todos los Santos.
  • El último domingo del Calendario Litúrgico en la fiesta de Cristo Rey.
  • El 8 de diciembre con motivo de La Inmaculada Concepción.
  • El 25 de diciembre en el marco del Día de Navidad.
  • El 30 de diciembre, en la realización de la ceremonia de Traslación de los restos del Apóstol.

Durante la misa de peregrinos, es posible ver el botafumeiro en acción fuera de las fechas señaladas si se pagan los 400-500€ del coste de su mantenimiento. Muchas asociaciones y peregrinos ponen dinero en común para ello.Durante este año 2020, y hasta nuevo aviso, no es posible admirar el vuelo del botafumeiro hasta que no finalicen las obras de reforma en la Catedral.