Hacer el Camino de Santiago al revés

Recorrer el Camino de Santiago a la inversa puede resultar una alternativa interesante si eres de los viajeros que les gusta probar distintas rutas y dar otra mirada al paisaje y a los lugares emblemáticos de la mítica travesía. 

Algunos peregrinos eligen este modo porque les resulta más fácil conectarse a sus ciudades de retorno o para evitar el flujo de temporadistas que caminan por la vía tradicional. Independientemente de cuál sea el motivo, te presentamos la mejor ruta para hacer el Camino de Santiago al revés.  

Por qué hacer el camino de Santiago al revés

Así como la ruta se ha convertido en una experiencia distinta para cada persona por razones espirituales, deportivas, de turismo, etc., hacerlo en sentido contrario también te da otras enseñanzas y aprendizajes. 

La forma más utilizada es hacerlo a través del Camino Finisterre porque comienza en la localidad costera de Muxía hacia Santiago de Compostela.

¿Por qué hacer el camino de Santiago al revés? Entre los motivos para probar este camino se incluyen la posibilidad de llegar más rápido a localidades cercanas a Santiago después de haber realizado el recorrido típico. Otros lo hacen para vivir una experiencia nueva y hasta para sorprender a sus conocidos que caminan en sentido contrario. 

De hecho, en los últimos años, debido a la masificación de este destino turístico, algunos prefieren hacerlo en temporada baja y en otras rutas alternativas y distintas. Vale destacar que si viajas desde Muxía hacia Santiago, vas a caminar en el sentido inverso de los peregrinos y al llegar a la Catedral, tienes la opción de pedir el certificado.  

Mejores rutas para hacer el camino de Santiago al revés

Como se indicó anteriormente, la mejor ruta para hacer el Camino de Santiago al revés es el Camino hacia Finisterre o Prolongación Jacobea, que implica 4 días de viaje a través de sus 87 kilómetros. No obstante, hay otras maneras para disfrutar este viaje en solitario o acompañado. 

Camino de Finisterre y la Ruta de los Faros 

Una de las opciones que cobra popularidad es integrar dos vías de Los Faros y Finisterre, que totalizan 286,6 kilómetros desde Malpica hasta el Cabo de esta localidad. En la vía, tendrás la posibilidad de conocer el Santuario de la Barca en Muxía.  

Después de completar la Ruta de los Faros, tendrás que atravesar al revés las siguientes etapas: desde Finisterre hasta Cee (12,2 km), desde Cee hasta Olveiroa (20km), desde este último hasta Negreira (33,4km) y desde esta hasta Santiago: los últimos 21 kilómetros

Entre las ventajas de acceder por esta zona, se incluye la contemplación de la Costa de la Muerte (A Costa da Morte, como es conocida en gallego), con paisajes y acantilados majestuosos, que conmueven a los peregrinos. La vegetación gallega es muy atractiva para los fotógrafos y practicantes del senderismo por sus bosques de pinos y las extensas playas doradas con agradables olores naturales. 

El Camino está marcado por los famosos faros: Punta de Nariga, Roncudo, De Laxe, Vilán, De Muxía, De Touriñán y, finalmente, el de Fisterra. Cada uno de ellos está ubicado en localidades con hoteles y restaurantes con la más exquisita gastronomía marítima: mariscos, calamares y pescados acompañados con los vinos tradicionales españoles y franceses. 

Camino Francés 

El camino francés es uno de los más transitados porque es el que cuenta con más señalizaciones, lo que resulta de gran utilidad para los visitantes novatos. De hecho, los expertos te recomiendan hacer el itinerario circular, es decir, salir de la ciudad de Santiago y regresar a ella con el fin de solicitar el certificado del peregrino en Santiago de Compostela.

Algunos de los más entusiastas prefieren hacerlo en bicicleta en sus 200 kilómetros en total. La ruta tradicional atraviesa el norte de la península ibérica aguas arriba desde el Puente Reina de Navarra y la unión de los caminos Aragonés y Navarro. Otro itinerario admite el Camino Navarro a los pies del franqueo de los Pirineos en San Juan de Pie de Puerto. 

No obstante, si deseas conocer comunidades francesas, puedes pasar por el Puerto de Roncesvalles en Ostabat de los tres caminos franceses, la Vía Turonensis, de Vézelay y De Le Puy en Velay. Pero en sentido contrario, es decir, desde la Catedral de Santiago hasta alguna de estas rutas alternativas, de acuerdo a tus posibilidades y propósitos de viaje.  

La Vía de la Plata al revés  

Conocida como la Ruta Jacobea de la Vía de Plata, consta de 700 kilómetros y es una de la más extensas. A la inversa, caminas desde el Camino de Santiago Francés hasta Astorga o Sevilla. Igual que el itinerario clásico, incluye en sí misma otros caminos como Vía Augusta desde Cádiz, Camino del Sureste, de Sanabrés, de Levante, Camino Mozárabe o del sur de Huelva. 

Los peregrinos optan por esta vía porque se evitan los tramos sureños, especialmente en los meses de temperaturas más altas

De Santiago a Fátima 

Los caminantes que desean completar su experiencia pueden llegar y conocer la tumba del apóstol Santiago y volver en sentido inverso por el Camino Portugués con el fin de visitar finalmente el Santuario de Fátima. Aparte de los creyentes que optan por este camino, otros visitantes lo hacen en busca de otros paisajes y aprovechar la oportunidad de conocer Portugal.  

Qué debes tener en cuenta si haces el camino al revés

Como todo viaje, debes preparar con antelación tu itinerario con mapas, GPS y la señalización respectiva. Durante tus recorridos, encontrarás refugios y restaurantes, que puedes reservar con antelación o no, aunque recuerda que existen temporadas en donde la afluencia de personas es mucho mayor. 

Considera las fechas más oportunas de acuerdo a tus condiciones físicas de salud, así como también a las temperaturas. Cuando eliges hacer el recorrido a la inversa, debes leer las indicaciones en sentido contrario hacia donde se dirigen el resto de caminantes. 

Tienes distintas opciones para recorrer los últimos 100 kilómetros del conocido Camino de Santiago y recibir el certificado de Peregrino, o si así lo prefieres puedes hacerlo dos veces, de ida y vuelta por razones religiosas, deportivas o para vivir una nueva experiencia, ver nuevos paisajes y visitar otros parajes de España, Francia o Portugal.  

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