Camino Olvidado en 2020, paso a paso

Existen muchas vías para iniciar la peregrinación a Santiago de Compostela, pero sin duda, el camino olvidado es uno de los más extensos y hermosos. También se conoce como Viejo Camino de Santiago y se trata de ruta desafiante a través de la Cordillera Cantábrica.

Su trazado se une al Camino Francés y al de Invierno para abarcar más de 600 kilómetros de recorrido a través de una vía de montaña. ¡Y cuenta con muchos tesoros naturales que merece la pena descubrir!

Todos los caminos conducen a Roma y cada ruta jacobea a la Compostela. ¿Te animas a descubrir lo que esta tiene para ofrecerte.

¿Por qué ese nombre?

El Camino Olvidado o Viejo Camino se dio a conocer durante la época de la Reconquista, en el periodo en que se desarrollaron los enfrentamientos entre cristianos y musulmanes. 

Las batallas entre ambos ejércitos eran una fuente de continua intranquilidad, especialmente entre los peregrinos que deseaban trasladarse a Santiago de Compostela. Por esta razón, las rutas que discurrían al interior de la península ibérica perdieron popularidad, ya que los viajeros empezaron a usar otro tipo de caminos.

Estos motivos contribuyeron a la popularidad del Camino del Norte, un trazado a través de la costa cantábrica, mucho más seguro pero lleno de rutas difíciles con pendientes escarpadas. 

Sin embargo, aunque a través de esta vía se evitaban los ataques de soldados árabes, representaba un gran desafío para cualquier peregrino que quisiera llegar a la tumba de Santiago ApóstolAnte esta necesidad, surge el Viejo Camino, un trayecto que transita zonas montañosas bajas con menos dificultad.

Cuando el norte de la península estuvo bajo dominio cristianodiferentes monarcas se encargaron de reforzar la seguridad de otros caminos, especialmente la del Camino Francés. Por eso se le conoce como Camino Olvidado: al utilizar otras vías, quedó en el olvido durante varios años.

Actualmente existen varias fundaciones que se dedican a su recuperación, principalmente la Asociación Amigos del Camino de Santiago.

Etapas del camino olvidado

La principal característica del camino olvidado es que hace uso de diferentes vías romanas. Empieza en Bilbao, luego se adentra en la zona montañosa de Palencia y León y, finalmente, llega al Bierzo, en León.  En total, son 18 etapas que suman 482 kilómetros y el recorrido se distribuye de la siguiente manera:

» Etapa 1: Bilbao – Güeñes (25 km).

Este Camino hacia Santiago comienza en Bilbao, más en concreto en la catedral de Santiago ubicada en el casco viejo. A lo larte de esta etapa pasaremos por lugares destacables como el teatro Arriaga, el museo Guggenheim, museo Euskalduna y Marítimo, el puente del diablo en Kastrexana, hasta llegar al ayuntamiento de Güeñes.

» Etapa 2: Güeñes – Nava de Ordunte (26 km).

En la segunda etapa, saldremos de Güeñes y llegaremos a Nava de Ordunte. Al final de esta etapa, habremos dejado atrás poblaciones como Zalla o Balmaseda. Esta última famosa por sus procesiones de Semana Santa o su Mercado Medieval, por lo que si coincide que haces el camino en esas épocas, deberías de intentar disfrutar de estas actividades.

» Etapa 3: Nava de Ordunte – Espinosa de Los Monteros (35 km).

La tercera etapa que va desde Nava de Ordunte a Espinosa de los Monteros es una etapa de montaña bastante dura, pero bonita. A lo largo de la etapa podemos encontrar lugares como el río Cadagua (muy bonito), el pantano de Ordunte y Arceo, donde te recomendamos que visites las cascadas.

» Etapa 4: Espinosa de Los Monteros – Pedrosa de Valdeporres (31 km).

Ruta larga y con cierta dificultad por ser un poco rompepiernas con tanto sube y baja. Llegaremos hasta los 1025 m. de altitud. Así todo, es una etapa preciosa en donde podremos ver unas tumbas antropomórficas y unos paisajes increibles.

» Etapa 5: Pedrosa de Valdeporres  – Arija (28 km).

La quinta etapa destaca por pasar por zonas realmente bonitas y la ruta es realmente agradable. Existen varios hoteles y restaurantes en los que parar para comer o tomar algo fresco. A lo largo de sus 28 km., pasaremos por distintos pueblos entre los que destacamos Argomedo, Soncillo, Virtus y Herbosa.

» Etapa 6: Arija – Olea (33 km).

Etapa muy dura por lo largo y difícil del trayecto. Es una etapa para tomársela con calma ya que al final de la misma nos encontraremos con dos puertos de montaña que te acaban de rematar el día. Así todo, merece la pena por las vistas a las que tenemos acceso a lo largo de la ruta. Es una etapa en la que hay que estar muy atento a las señalizaciones ya que no están muy claras.

» Etapa 7: Olea – Aguilar de Campoo (22,7 km).

Después de la etapa 6, que te deja reventado, la etapa 7 llega como un aire fresco ya que no hacemos más que bajar. A lo largo de los 22,7 km. no dejamos de ver lugares y paisajes increíbles.

» Etapa 8: Aguilar de Campoo – Cervera de Pisuerga (29 km).

Una etapa que se antoja complicada por su constante pendiente creciente, pero nada más lejos de la realidad. Es una etapa llevadera en la que pasaremos por lugares como el monasterio de Santa María de la real, el embalse de Aguilar y el pueblo Salinas de Pisuerga, antes de llegar a Cervera de Pisuerga.

» Etapa 9: Cervera de Pisuerga – Guardo (38 km).

A lo largo de los 38 km. de etapa entre Cervera de Pisuerga y Guardo, pasaremos por pueblos muy bonitos como Cantoral de la Peña, Cubillo de Castrejón y Castrejón de la Peña.

» Etapa 10: Guardo – Puente Almuhey (15,3 km).

Después de la maratoniana etapa entre Cervera de Pisuerga y Guardo, nos encontramos con una etapa corta, de tan solo 15,3 km., entre Guardo y Puente Almuhey.

En Puente de Almuhey podrás encontrar de todo, desde hotel, albergue, restaurantes y bares. Te recomendamos comer en el restaurante vasco, en el que se come como un campeón.

» Etapa 11: Puente Almuhey – Cistierna (18,5 km).

La etapa 11 comienza siendo una etapa fácil, pero se va complicando a mitad de la ruta donde nos encontramos conn un ascenso hasta el collado de Peñacorada de 13,1 km., llegando al os 1.310 m. de altitud. Las vistas en este punto son impresionantes, pero el camino hasta llegar a ellas se hace realmente pesado.

» Etapa 12: Cistierna – Boñar (21,3 km). 

Etapa bonita, bien señalizada y con varias fuentes en la etapa. Durante un tramo de la etapa, el Camino Olvidado coincide con el Camino Vadiniense. La subida de 6 km. hasta Ascisa de las Arrimadas, es un camino bonito y con una pediente suave y mantenida.

» Etapa 13: Boñar – La Robla (27 km).

Esta etapa se caracteriza por ser una etapa larga, bonita y bien señalizada. A lo largo de sus 27km., nos encontraremos con varios tramos de carretera.

» Etapa 14: La Robla – Pandorado (32 km).

Etapa larga donde las haya y muy mal señalizada. Hay que andar muy pendiente del camino que queramos seguir porque se puede ir por 2 caminos distintos. A lo largo de los 32 km. que tiene la etapa nos encontraremos con que la mayoría de ellos transcurriremos por asfalto.

» Etapa 15: Pandorado – Fasgar (25 km).

Los peregrinos catalogan la etapa entre Pandorado y Fasgar como una verdadera maravilla. A lo largo de esta etapa se cruza todo el valle Gordo junto al Río Omaza y luego el río Vallegordo hasta llegar a Fasgar.

» Etapa 16: Fasgar – Igüeña (19 km).

Comenzamos la etapa con la salida del valle pasando por un monolito que nos marca la separación de los valles, dejamos el pueblo de Fasgar, en Murias de Paredes en el Valle de Omaña, y entramos en el Alto Bierzo, en Colinas del Campo de Martín Moro Toledano en el municipio de Igueña.

En el trayecto pasaremos las ruinas de lo que fue un hospital de peregrinos, bonitos tramos de acebo, tejos y diferentes puentes sobre el Boeza, que nace en las montañas que rodean el circo glacial que hemos dejado atrás.

 » Etapa 17: Igüeña – Congosto (37,4 km).

La segunda etapa más larga del Camino Olvidado, con bastante monte y algo de carretera. En este tramo del camino, coincidiremos con el Camino Lebaniego.

» Etapa 18: Congosto – Villafranca del Bierzo (35,3 km).

Una etapa larga y de una dureza impresionante, pero preciosa. Al principio de la etapa nos acompañan unos impresionantes viaductos por los que discurre la autovía del norte. Después nos encontraremos con la subida a O Cebreiro. 8,5 km. durísimos pero de increíble belleza. Merece la pena la subida.

No obstante, para continuar la ruta hasta Santiago de Compostela tienes dos opciones diferentes: tomar el Camino Francés, desde Villafranca del Bierzo o dirigirte a Ponferrada y seguir el Camino de Invierno. En definitiva, son un total de 678 kilómetros hasta llegar a la tumba del apóstol. 

IMPORTANTE: a diferencia de otras rutas jacobeas, no es la más recomendada para realizar en bicicleta, ya que se trata de un trayecto mucho más exigente. Pero si te gustan los retos y crees que es la oportunidad perfecta para desafiar tus límites, recuerda preparar tus músculos con al menos tres meses de anticipación.

Orígenes del camino olvidado

La primera mención de la ruta se encuentra registrada en la Historia Silense y el Codex Calixtinus. La historia relata que los regentes de la época desviaron los caminos peregrinos hacia el sur para resguardar a los viajeros de los ataques árabes. 

Al encontrarse en una zona montañosa con valles y surcada por antiguas vías romanas, el Camino Olvidado se encontraba libre de invasores y por tanto, garantiza la seguridad de los viajeros. La ausencia de ataques de piratas, frecuentes en la zona costera del Camino del Norte, también jugaba un papel importante.

Durante poco más de 200 años, entre los siglos XI y XIII experimentó una gran popularidad, especialmente entre los peregrinos del resto de Europa que buscaban un trayecto menos adverso. 

Aunque actualmente se trata de una ruta poco conocida, desde 2012 se encuentra en funcionamiento gracias a un programa de recuperación dirigido por la Asociación Vizcaya. De igual forma, existen diversos proyectos en marcha para diseñar una mejor señalización.

Lugares de interés del camino olvidado

Peregrinar por el Camino Olvidado también significa disfrutar de una extensa variedad de patrimonios de diversas épocas. De acuerdo al punto geográfico en el cual te encuentres, podrás visitar sitios de interés arqueológico y arquitectónico, así como una gran cantidad de monumentos naturales y hermosos paisajes.

Puedes dar un paseo en Reinosilla y visitar el Menhir-puente, conocer los castros en Villafranca del Bierzo o descubrir la villa romana en Carmesa, dos puntos de interés que tienen mucha popularidad. 

Por otra parte, al llegar al tramo que abarca desde Olea hasta Aguilar de Campoo podrás conocer un valle lleno de dólmenes, ir a la Ermita de San Miguel o visitar el Palacio de los Marqueses de Aguilar, en el casco histórico.

En caso de que quieras coger el desvío en la etapa 17 y recorrer el Camino de Invierno hasta Santiago de Compostela, podrás conocer el municipio de Ponferrada y visitar el Castillo de los Templarios antes de continuar tu ruta. Además, también podrás encontrar a tu paso diferentes iglesias románicas de gran belleza. ¡Son una maravilla y podrás sacar buenas fotos!

La gastronomía local es algo que también merece la pena probar. Los productos lácteos de Espinosa de Morteros, la tarta de trucha de Boñar, el hojaldre elaborado en Cistierna y el pimiento asado en Villafranca del Bierzo son algunas de estas opciones. ¡Te encantarán!

Características del camino olvidado

Se trata de una de las rutas jacobeas más largas y recorre parte de las provincias de Vizcaya y Burgos, la comunidad autónoma de Cantabria y las ciudades de Palencia y León. Debido a su clima de montaña se desaconseja iniciar la ruta en invierno, ya que es mucho más favorable la temporada de primavera o verano.

Por tratarse trata de una ruta poco transitada y que estuvo en desuso durante muchos años, la oferta de alojamiento es mucho más reducida que en otras vías de la red jacobea. Sin embargo, hay algunos hoteles y todos los años surgen nuevas alternativas. 

También es posible encontrar precios a partir de los 10 euros y varios albergues gratuitos, aunque debes estar atento a las plazas disponibles.

En cuanto a la señalización, esta vía dispone de las mismas señales que el resto de los caminos jacobeos: flechas amarillas sobre fondo azul y la imagen de la compostelana. La única pega importante es que las señales no siempre se encuentran al mismo nivel que en otras vías, por lo que es importante estar atentos y evitar las distracciones.

Aunque históricamente ha sido catalogado como una ruta exigente, suele ser bastante accesible para las personas con buena condición física. No obstante, para las personas con movilidad reducida el desafío puede ser mucho mayor, debido a la dificultad de su trazado. En estos casos se recomienda viajar en compañía de un guía con experiencia.

Recomendaciones antes del viaje

Si se trata de tu primera vez en una ruta jacobea seguramente querrás saber cuáles son los consejos básicos a tener en cuenta. Por eso, aquí detallamos una serie de recomendaciones que te ayudarán más de una vez a lo largo de tu trayecto.

Estáte atento a las señales

Aunque pueda parecer obvio, es la primera norma que debes tener en cuenta. Las flechas que indican el camino están especialmente diseñadas para evitar que te pierdas. Estas pueden encontrarse en diferentes partes del trayecto, ya sea en piedras, postes, paredes e incluso en el suelo. No las pierdas de vista. 

Camina con la luz del sol

Al adentrarte en zonas montañosas o terrenos escarpados, lo más recomendable es empezar a andar con los primeros rayos del sol, ya que así podrás aprovechar al máximo la luz natural. Eso sí, ten en cuenta que no es del todo recomendable iniciar el trayecto antes del amanecer.

Cuida tu alimentación

Como se trata de un recorrido exigente, tu cuerpo necesitará que le proporciones las calorías necesarias para empezar el día. Un desayuno ligero, frutas y buena hidratación te ayudarán a mantenerte saludable y lleno de energía.

Es importante que evites alimentos grasos o muy pesados que puedan indigestarte, así como comer en exceso. En vez de eso come pequeñas porciones de alimentos a lo largo del viaje y mantén algunas raciones en tu mochila, en caso de que te fatigues o estés lejos de tu próxima etapa. 

Y por supuesto, concédete uno que otro antojo mientras disfrutas de la gastronomía local.

Qué llevar en la mochila al Camino de Santiago Olvidado

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