Qué comer durante el Camino de Santiago

La alimentación en el Camino de Santiago es más importante de lo que crees, ya que necesitarás estar muy bien alimentado durante el viaje para poder mantener el ritmo y no desfallecer. 

Además, no solo necesitas saber qué comer durante el Camino de Santiago sino también cómo y cuándo; pues es básico mantener los ritmos del cuerpo de forma adecuada y evitar así problemas durante el viaje.

Eso sí, no intentes aprovechar el gasto energético del Camino para perder unos kilos porque te aseguramos que no es el momento para adelgazar puesto que vas a necesitar todas las proteínas e hidratos de carbono que necesite tu organismo.

Cómo alimentarse en el Camino de Santiago

Durante el Camino de Santiago tienes que hacer un mínimo de tres comidas: un desayuno más o menos fuerte, una buena comida y una cena sencilla y ligera. Además, puedes tomar frutos secos o piezas de fruta durante el camino si te entra hambre.

Los hidratos de carbono son muy importantes cuando te sometes a un desgaste físico como el que supone el Camino de Santiago, así que no dudes en comer pan, pasta, arroz, galletas o patatas, ya que te servirán para estar hasta arriba de energía durante el viaje.

Sin embargo, te recomendamos evitar en la medida de lo posible de los fritos, los guisos y las salsas. A mediodía te harán sentirte pesado para ponerte a caminar de nuevo, y por la noche es posible que te supongan una digestión pesada y no puedas descansar bien a la hora de dormir.

Vamos a comenzar explicando en qué deben consistir las tres comidas principales.

Desayuno

Algunos peregrinos deciden hacer desayunos fuertes para aguantar bien la caminata de la mañana. En cambio, otros prefieren tomar algo ligero porque recién levantados no son capaces de comer demasiado.

Nuestro consejo es recurrir al término medio. No es conveniente llenarse la barriga de comida cuando se va a emprender una jornada de ejercicio intenso, aunque sea caminar, pero es necesario desayunar algo más que un café o un zumo.

En resumen, debes tomar un desayuno equilibrado, el cual tiene que contener los siguientes nutrientes:

  • Hidratos (un trozo de pan, una tostada, un puñado de cereales)
  • Proteínas abundantes (embutidos, lácteos, etc.)
  • Azúcares naturales (fruta o zumos naturales)
  • Grasas saludables (aceite de oliva, frutos secos)

Puedes hacer las combinaciones que quieras pero siempre procurando que estén todos estos elementos en tu desayuno para que puedas llevar lo mejor posible los primeros kilómetros del día.

Intenta no desayunar muy lejos del lugar de tu alojamiento para moverte lo menos posible con el estómago vacío. Aunque lo más seguro es que siempre haya un bar cerca, intenta enterarte a qué hora abren por la mañana para no tener que esperar demasiado sin comer nada.

Es un error levantarte antes del amanecer y emprender el camino sin haber desayunado nada. El hecho de querer adelantar la ruta puede suponerte un mareo o un dolor de estómago que, al final, te harán retrasarte en tu camino.

Si los bares disponibles abren más tarde de la hora a la que tienes planeado emprender la siguiente etapa, lo mejor es que lleves en la mochila barritas de cereales o fruta que comer hasta que pases con un sitio con bar en el que desayunar de forma apropiada.

Recuerda: tienes que ir previsto para todo y tenerlo todo planeado.

Comida

Es muy importante que cada día eches un vistazo a la etapa que vas a cubrir para decidir cuál es el momento idóneo para parar a comer dependiendo del esfuerzo y el cansancio acumulados.

Aunque siempre vas a encontrar puntos en los que comer o abastecerte, es muy importante que lleves planeado qué vas a comer y en qué momento para, cuanto menos, tener una planificación de la comida en tu cabeza.

Es conveniente llevar en la mochila algo que comer entre el desayuno y la comida del mediodía. Puede tratarse de frutas, barritas de cereales, frutos secos, chocolate o incluso un pequeño bocadillo o sandwich. Sea lo que sea, procura que no suponga demasiado peso extra.

¡Ojo! Cuando hablamos de barritas de cereales no nos referimos a las barritas comerciales llenas de azúcares sino a las barritas energéticas de venta en establecimientos especializados.

Por supuesto nunca debes olvidar la hidratación puesto que vas a sudar durante la caminata y si no repones ese agua a tu organismo puedes llegar a sentirte muy mal e incluso perder el conocimiento.

Nuestra recomendación es dar un trago de agua cada hora para que la hidratación sea paulatina y constante.

Por lo general no deberías estar más de tres horas sin comer nada.

A la hora de comer procura mantener una dieta equilibrada sin exceso de grasas, con muchas proteínas e hidratos de carbono para poder quemar energía.

Por supuesto, algún día puedes darte un capricho si quieres y degustar un buen plato tradicional de la zona por la que estés pasando.

En muchos lugares disponen de menú de peregrino a un precio económico pero, debido a la enorme demanda, en la mayor parte de los sitios se limitan a platos de pollo a la plancha y algo de pasta o arroz.

Por el mismo precio merece la pena pedir un plato de la carta y comer algo más sano y ligero.

También tienes la opción de comprar comida en los supermercados que encuentres en el camino y así tendrás un mejor control sobre tus alimentos y también gastarás menos dinero. Si no quieres hacerlo todos los días, podrías hacerlo de vez en cuando.

Cena

Ya has terminado la etapa del día y ahora toca descansar y cenar antes de irte a dormir.

Nuestro consejo es que hagas una cena completa para recuperar las energías que has perdido durante la caminata del día, pero no demasiado fuerte, ya que podría impedirte coger el sueño con facilidad.

Es el momento de tomar alimentos con mucha proteína como embutido o huevos y acompañarlo de algo de pasta o verduras.

De esta forma quedarás saciado pero harás la digestión rápido y no tendrás sensación de pesadez en el estómago a la hora de acostarte ni tampoco por la mañana al despertar.

Platos tradicionales del Camino de Santiago

Tener que vigilar tu alimentación durante el Camino de Santiago no quiere decir que no puedas disfrutar de la gastronomía de la zona, solo que lo hagas con cabeza y sabiendo cuál es el momento adecuado para cada tipo de plato.

Aquí te vamos a contar cuáles son los platos que no debes perderte según el camino que hagas y las etapas que vayas a cubrir.

  • Camino Francés. Sopas, caldos y cocidos. Quesos, trucha, carne de caza como el conejo y la perdiz, dulces (yemas, chocolates, rellenos).
  • Caminos del Norte. Quesos, pescados como el bacalao o las anchoas, fabes.
  • Caminos gallegos. Marisco, quesos, empanadas, ternera gallega, repostería.

Por último, quizá estás pensando que la mejor solución para no gastar demasiado en comida sea llevar tus propios alimentos e ir comiendo de ellos.

Si bien no es mala idea a priori, lo cierto es que lo que conseguirás será llevar más peso en la mochila, algo que en realidad es innecesario.

Como mucho puedes llevar frutos secos, cereales o algo de fruta para comer entre horas pero no compensa añadir kilos a tu equipaje por un ahorro que apenas vas a percibir en tu presupuesto general para el Camino de Santiago.

Además, esto siempre depende de si vas solo o con más gente con la que compartir gasto y peso.

No debes temer el hecho de encontrarte etapas en las que no haya lugares para comer. Es cierto que puedes encontrar largos tramos sin bares ni restaurantes pero como mínimo, siempre habrá algún lugar así en el sitio donde vayas a pasar la noche.

Por suerte, el Camino de Santiago se encuentra muy bien abastecido en cuanto a restaurantes y bares.

Hay algunos albergues que ofrecen desayuno o cena o incluso ambos pero es mejor que vayas sin esperarlo y que tengas siempre un plan para cubrir esas dos comidas.

Si después resulta que te lo ofrecen, mucho mejor. Siempre es preferible cargar unas horas más con tu manzana, tu sandwich o tu barrita energética que encontrarte sin nada a mano para desayunar o cenar.

Como último consejo, si al llegar a Santiago de Compostela encuentras que hay demasiados turistas y que los precios de los sitios no te convienen, te recomendamos seguir caminando un poco más hacia el norte para llevar al Cabo Finisterre, a la ciudad de Fisterra. Allí encontrarás un delicioso pescado fresco, muchos restaurantes abiertos y a varios peregrinos disfrutando del final del camino mientras disfrutan del mar.

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