¿Qué es el año Xacobeo?

Un año Xacobeo es aquel en el que el 25 de julio, día de Santiago Apóstol, cae en domingo, algo que suele suceder unas catorce veces por siglo y que supone que los creyentes queden absueltos por completo de las penas temporales de todos sus pecados, es decir, que consiguen la indulgencia plenaria.

Esta indulgencia puede pedirse para uno mismo o para los difuntos y se puede conseguir una cada día. Es decir, puedes pedir un día el perdón de tus pecados y, al siguiente, cumpliendo de nuevo todos los requisitos, puedes pedir el perdón de los pecados de tus fieles difuntos.

Eso sí, para conseguirlo, los fieles deben acudir ante el sepulcro del Apóstol Santiago en la Catedral de Santiago de Compostela para rezar por las intenciones del Papa. un Padrenuestro o un Credo y recibir los sacramentos de la confesión y la comunión. Esto último puede hacerse quince días antes o después de visitar la catedral.

Además, también es requisito acudir a la Santa Misa celebrada en la catedral. Lo ideal es asistir a la Misa del Peregrino, celebrada cada día del año Xacobeo a las 12.00 pero no es obligatorio que sea ese acto en concreto.

Tampoco es necesario haber recorrido un mínimo de kilómetros ni haber llegado caminando; basta con visitar la catedral cualquier día del año Xacobeo y cumplir los requisitos anteriores.

Los años Xacobeos hacen que el Camino de Santiago se llene de peregrinos en busca de esa absolución. Es entonces cuando la espiritualidad y el sentimiento religioso se unen con la experiencia de hacer el camino y descubrir sus paisajes y su patrimonio.

Sin embargo, Santiago de Compostela no es la única ciudad del mundo en la que se puede adquirir esta indulgencia plenaria. Caravaca de la Cruz y Santo Toribio de Liébana en España, junto con Jerusalén y Roma conceden también esta facultad cada determinado tiempo.

Este privilegio le fue concedido a Santiago de Compostela en una bula del Papa Alejandro III del año 1179 que, a su vez, confirma y da carácter perpetuo a otro privilegio anterior otorgado por el Papa Calixto II en el año 1122, unos cincuenta años antes. Sabemos por las fuentes escritas que el primero Jubileo tuvo lugar en el año 1126.

Esta bula de Calixto II no fue sino una muestra del fortalecimiento de las relaciones entre el Papado y la ciudad de Santiago de Compostela, en especial después de que dos de sus hermanos, Enrique y Raimundo, se casaran con las hijas del rey Alfonso VI, Teresa y Urraca, herederas de Portugal y Galicia.

De hecho, el libro más antiguo acerca del Camino de Santiago lleva el nombre de este Papa, el famoso Códice Calixtino. Calixto II peregrinó también a Santiago de Compostela y actuó siempre como un gran benefactor de todo lo que tenía relación con la tradición jacobea.

El término gallego “xacobeo” viene de “jacobeo” y designa a todo lo relacionado con el Apóstol Santiago cuyo nombre en la Biblia es Iacobus/Jacob, de donde deriva Santiago (Sant-Iacob).

Fue a primeros del siglo XX cuando la Xunta de Galicia decidió comenzar a emplear el término en gallego como parte de un plan de impulso de la cultura y del turismo del Camino de Santiago.

¿Cada cuántos años es el año Xacobeo?

cada cuántos años es el año xacobeo

El año Xacobeo compostelano sucede con una cadencia de 6, 5, 6 y 11 años, es decir, cada vez que el 25 de julio cae en domingo. El último año Jacobeo fue en 2010 y el próximo año Xacobeo toca a los once años, así que será en el 2021, el tercer año Jacobeo del siglo XXI.

Los años Xacobeos conocen una enorme afluencia de peregrinos y visitantes, muy superior a la que hay en la región el resto de los años. Además de año Xacobeo, se habla también de año Jacobeo y de Jubileo Compostelano.

El número de peregrinos no ha dejado de aumentar en las últimas décadas hasta llegar a los más de 278.000 visitantes registrados en el año 2016, alcanzando un nuevo récord de asistencia.

Los meses de verano y el Camino Francés son la época y la zona que suelen mostrar un mayor número de peregrinos, así que si prefieres evitar aglomeraciones tendrías que modificar uno de estos factores como mínimo.

De hecho, a lo largo del siglo XX el Camino de Santiago se ha ido completando y amenizando con actividades de carácter cultural con la intención de promover la tradición jacobea y fundir la cultura y la religiosidad en un mismo evento.

El Año Jacobeo del año 1993 fue la primera vez en la que se cumplió este objetivo y fue entonces cuando el Camino Francés fue declarado Patrimonio de la Humanidad.

Se creó un logotipo y una mascota, se mejoró la atención a los peregrinos y se hizo una gran campaña de difusión nacional e internacional mediante conciertos, exposiciones, encuentros culturales, etcétera.

Este Plan Xacobeo 93 se acabó repitiendo en los años siguientes debido a su éxito y a los buenos resultados socioeconómicos conseguidos gracias a la campaña de difusión del Camino de Santiago.

Hay que tener en cuenta que no se celebraba un Xacobeo desde el año 1982 y España había cambiado mucho en ese tiempo por lo que esa renovación de la visión del Camino de Santiago resultó mucho más beneficiosa de lo que se había previsto en un principio.

En los años posteriores se han mantenido las mismas iniciativas añadiendo ideas nuevas y propuestas para promocionar otras partes del Camino de Santiago, pues al tener más visibilidad el Camino Francés éste era el más concurrido quedando algunas zonas con apenas gente.

Por este motivo, se ha dado más protagonismo a otras rutas históricas jacobeas reforzándolas con una mejora en la red de albergues que favorezca que los peregrinos se animen a descubrir otros parajes,

La Puerta Santa abierta durante el año Xacobeo

la puerta santa abierta durante el año xacobeo

El año Xacobeo comienza el 31 de diciembre del año anterior en el momento en el que se abre la Puerta Santa de la catedral. El arzobispo de la Catedral de Santiago, armado con un martillo de plata, da tres golpes en la parte exterior del muro que da a la plaza de Quintana como símbolo de la dureza del Camino de Santiago.

De forma simbólica, este acto representa la petición de permiso al santo para que la comitiva religiosa pueda entrar en el templo. Una vez hecho este rito, se derriba el muro para poder acceder al interior, creándose así la Puerta Santa.

Es justo esta Puerta Santa por la que, según la tradición, acceden los peregrinos al interior de la catedral cuando finaliza su viaje en busca de esa absolución. La puerta se queda abierta hasta el último día del año en el que se vuelve a cerrar con una verja hasta el próximo año Xacobeo.

También ha sido llamada Puerta de los Perdones o Puerta del Perdón, pero lo cierto es que, en los últimos años, apenas se ha utilizado esta denominación siendo conocida de forma mayoritaria como Puerta Santa.

Esta Puerta está dedicada a San Paio, quien tiene su monasterio justo enfrente, y es una de las siete puertas de la Catedral de Santiago.

En la parte superior de la puerta no solo se puede ver al Apóstol Santiago, sino también a sus discípulos Atanasio y Teodoro. Acompañándolos hay otras 24 figuras que aglutinan apóstoles, profetas y patriarcas.

Hay que indicar que la actual Puerta Santa, en realidad no es la original. La Puerta Santa primigenia se desvió algunos grados a la derecha cuando se llevó a cabo la construcción de la capilla del Salvador.

Cruzando la Puerta Santa actual labrada en bronce en el año 2004 se accede a un patio pequeño en el que se puede ver la puerta original. A través de ella se llega a la girola del ábside de la catedral, muy cercana al sepulcro del Apóstol Santiago.

De hecho, se cree que ese breve recorrido alrededor del altar junto con el ascenso y descenso al sepulcro del apóstol sería una especie de alegoría o peregrinación simbólica, como un viaje ritual cuyo fin es la catedral.

La zona de salida original, que sería un renacer simbólico, está marcada con la figura de un sol o estrella, pues no queda ningún vestigio.

Algo parecido se hace el 30 de diciembre con un pequeño desfile ritual simbólico dentro de la catedral mediante el que se reproduce el traslado del cuerpo del apóstol desde Palestina, donde fue decapitado, hasta su actual ubicación en la catedral.

El Camino de Santiago siempre es una experiencia que tiene algo de místico y espiritual aunque no tengas un sentimiento religioso y no hay duda de que la emoción se transmite de unos peregrinos a otros.

Peregrinar durante un año Xacobeo incrementa las posibilidades de conocer a más gente en el camino y también de disfrutar de más iniciativas culturales y de ocio que convertirán la experiencia en algo inolvidable de verdad.

Tanto si eres religioso como si no, si te apetece cumplir el sueño de hacer el Camino piensa en el Xacobeo del 2021, puede ser tu año, junto con el del Apóstol.

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