La Vía de la Plata en 2020, paso a paso

¿Te propones hacer la Vía de la Plata y no sabes cómo empezar a prepararla? Aquí te ofrecemos una guía completa con la información que necesitas conocer para planificar y realizar esta ruta.

¿Qué es la Vía de la Plata?

La Ruta de la Plata o Vía de la Plata comienza en Sevilla, Andalucía, y atraviesa la Península Ibérica horizontalmente para llegar a Santiago de Compostela. Es un recorrido de aproximadamente 960 kilómetros repartidos en 38 etapas. También puedes hacer la Vía de la Plata pasando por Portugal, pero nosotros nos limitaremos al camino que atraviesa el territorio español.

A día de hoy se desconoce la procedencia del nombre de la Ruta de la Plata, pero según lo ha expresado José Manuel Roldán Hervás en su libro Iter Ab Emerita Asturicam, El Camino de la Plata, se considera que podría derivarse de la palabra árabe “balata” que significa enlosar y que partiendo de este extraño vocablo árabe nació la aproximación castellana que más se parecía a este sonido, que era “plata”. Todavía hoy en Siria se conoce por este nombre a los caminos enlosados con piedras grandes e irregulares.

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La Vía de la Plata, el principal eje de comunicación del occidente español, se convirtió en la ruta jacobea del sur y actualmente es el itinerario elegido cada año por más de 4.000 peregrinos en España para llegar a Santiago de Compostela. Es una ruta con gran una gran riqueza en cultura, turismo, arquitectura, y tal y como lo relatan los peregrinos, es una experiencia muy enriquecedora espiritual y socialmente.

Debido a la escasez de tiempo, algunos peregrinos deciden comenzar la ruta en Mérida, Extremadura, y conformarse con los 490 kilómetros que separan Mérida de Astorga, pero la inmensa mayoría parte desde Sevilla. Hay dos vías por las cuales se puede llegar a Santiago. Algunos siguen el itinerario de la Vía romana hasta Granja de Moreruela, Zamora, donde cogen el desvío del Camino Sanabrés que tras 13 jornadas más les lleva hasta Santiago; otros continúan por la Ruta de la Plata hasta Astorga para enlazar con el Camino Francés.

¿Debo estar en forma?

El miedo a no estar lo suficientemente en forma no debe ser un obstáculo que te impida decidirte a hacer el Camino o que disminuya tu entusiasmo y ganas de emprender esta aventura. Pero es importante que al planificar el camino conozcas tu capacidad física para adaptar las etapas que vayas a recorrer y poder medir el esfuerzo que vas a ser capaz de hacer. Dosificar el esfuerzo y seguir tu propio ritmo resulta primordial, sobre todo al recorrer distancias largas o caminar durante muchos días, como ocurre en una ruta tan larga como la Vía de la Plata.

Es recomendable prepararse entrenando previamente antes de hacer el Camino. Puedes empezar caminando todos los días e incrementando gradualmente la distancia diaria unas semanas o incluso meses antes de empezar. Hay peregrinos que deciden entrenar con la mochila cargada y el calzado que van a llevar en el Camino, lo que ha resultado ser muy efectivo. También está muy indicado hacer ejercicios de estiramiento y calentamiento durante el Camino, sobre todo al inicio de cada jornada.

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Has de ser flexible al marcar tus objetivos, que no deben ser inamovibles o te obliguen a realizar esfuerzos por encima de tus posibilidades, ya que además de frustración esto puede provocar lesiones. Los objetivos diarios han de ser realistas y aunque supondrán un esfuerzo físico considerable y constante, no has de forzar tu cuerpo. Es importante que la manera de caminar sea cómoda y encuentres un ritmo que puedas seguir durante un tiempo prolongado y mediante el cual puedas disfrutar de la compañía, mantener una conversación o simplemente admirar el paisaje.

Etapas

La Vía de la Plata está señalizada con flechas amarillas, que encontrarás a lo largo de todo el recorrido. Las antiguas losas romanas han sido sustituidas por unas flechas de un amarillo chillón muy fáciles de ver y reconocer, gracias a las cuales resulta difícil perderse.

Las etapas que describiremos a continuación están pensadas para ser realizadas en una sola jornada, aunque en las etapas más largas indicamos dónde se pueden acortar para poder descansar antes si fuera necesario. Además, mencionaremos los tramos de difícil acceso, las dificultades así como los monumentos y edificios más destacados cuya visita embellecerá esta travesía exponencialmente.

Al llegar a Sevilla deberás conseguir y sellar la Credencial que te acredita como peregrino. Guárdala cuidadosamente porque te acompañará a lo largo de todo el Camino. Tendrás que sellar la Credencial al cumplir cada etapa y también tendrás que enseñarla al acceder a los albergues y pensiones.

Sevilla es una de las ciudades con más concentración de monumentos y lugares emblemáticos de España que valen mucho la pena ver. No es de extrañar que sea líder en turismo. Recomendamos visitar la Catedral de Santa María, declarada monumento histórico y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la Giralda, los Reales Alcázares y la Torre del Oro. Para obtener más información podemos ir a la oficina de información y turismo, donde nos indicarán qué ver más detalladamente.

» Etapa 1: Sevilla – Guillena. 22,8 km.

Comenzamos la aventura de hacer el Camino de Santiago por la Vía de la Plata a las puertas de la Catedral de Sevilla, concretamente junto a la puerta de la Asunción. Salimos de Sevilla tras atravesar el popular barrio de Triana. Esta etapa es completamente llana y no presenta grandes dificultades.

El único inconveniente es la exposición al abrasante sol, que puede resultar ser uno de los mayores obstáculos si se realiza el Camino en verano o primavera. Los peregrinos tendrán a su disposición albergues, hostales y pensiones en Sevilla, Santiponce y Guillena. Tras atravesar Santiponce, en el kilómetro 11 se encuentran las ruinas de la ciudad romana Itálica fundada en año 206 a. C., que se convertiría en la capital de la Hispania Ulterior, donde nació el emperador romano Trajano.

» Etapa 2: Guillena – Castilblanco de los Arroyos. 18,2 km.

Esta etapa nos introduce los paisajes típicos del Norte de Sevilla, atravesando primero los olivares y pasando después por el bosque mediterráneo en el que predominan las encinas y jaras. La segunda etapa es corta pero hay que tener en cuenta que no hay servicios intermedios, por lo que deberemos ir bien aprovisionados de agua y comida.

» Etapa 3: Castilblanco de los Arroyos – Almadén de la Plata. 28,8 km.

Tiene una dificultad media. Tampoco dispone de servicios intermedios. Comienza siendo una etapa algo pesada en el tramo inicial de carretera, lo cual nos puede resultar algo monótono. A medida que vamos avanzando atravesaremos la dehesa y en los últimos kilómetros se presentarán algunos ascensos y descensos. La jornada finaliza en Almadén de la Plata. Encontramos el albergue al otro lado del pueblo.

» Etapa 4: Almadén de la Plata – Monesterio. 34,4 km.

Si esta etapa te resulta demasiado larga, puedes optar por hacer como muchos otros peregrinos, que deciden dividirla y pasar la noche en un albergue en Real de la Jara. Concluimos la jornada en Monasterio, ya en Badajoz, Extremadura.

» Etapa 5: Monesterio – Fuente de Cantos. 21,2 km.

Dejamos atrás la dehesa y avanzamos por largas pistas de tierra para adentrarnos en una vasta llanura cultivable. Es una etapa corta en la que predomina un descenso suave con desniveles moderados. No presenta servicios de restauración intermedios.

» Etapa 6: Fuente de Cantos – Zafra. 24,6 km.

Es una etapa llana y sin dificultades. Atraviesa dos localidades dotadas de servicios, Calzadilla de los Barros y Puebla de Sancho Pérez. Una vez llegados a Zafra, cabe mencionar que merece la pena visitar el Alcázar de los Duques de Feria, construido en el siglo XV.

» Etapa 7: Zafra – Villafranca de los Barros. 19,2 km.

Es una etapa corta, que se puede alargar hasta Almendralejo convirtiéndola en una etapa de casi 40 kilómetros, aunque no lo recomendamos ya que el albergue aún se encuentra cerrado en 2017. En el kilómetro 4 está el albergue turístico de Los Santos de Maimona, con todos los servicios.

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» Etapa 8: Villafranca de los Barros – Torremejía. 27,7 km.

A pesar de ser una etapa larga, tiene una dificultad media debido a que es bastante llana. Hay que tener en cuenta la intensa exposición al sol y tomar precauciones. No disponemos de servicios intermedios.

» Etapa 9: Torremejía – Mérida. 16 km.

Etapa corta, llana y sin servicios intermedios. Tras pasar el Puente romano del Guadiana, llegamos a la capital de Extremadura, Mérida. La ciudad fue fundada por el emperador Octavio Augusto en el año 25 a.C. con el nombre de Emerita Augusta.

En Mérida recomendamos ver el Arco de Trajano, la Alcazaba Árabe, el Circo y el Anfiteatro romanos y el Teatro Romano, uno de los monumentos más importantes de España declarado Patrimonio de la Humanidad en 1993.

» Etapa 10: Mérida – Alcuéscar. 36,4 km.

Tras salir de Mérida, cruzaremos el arroyo Albarregas por el puente romano, punto que marca el inicio de la calzada romana comúnmente conocida como Vía de la Plata. La principal dificultad de esta etapa reside en lo larga que es. Por lo demás, no tiene desniveles notables y transcurre en gran parte por caminos de tierra atravesando bosques y matorral mediterráneo. Si decidimos dividir esta etapa, podremos pernoctar en Aljucén, en el kilómetro 17.

» Etapa 11: Alcuéscar – Cáceres. 38,2 km.

Al igual que en el tramo anterior, esta etapa es muy larga con desniveles moderados. Es posible acortarla pasando la noche en el albergue de Valdesalor. Dejamos atrás Badajoz para entrar en Cáceres, donde encontraremos todos los servicios.

» Etapa 12: Cáceres – Cañaveral. 33,2 km.

Dejamos Cáceres atrás para volver a comenzar una etapa larga y sin muchos desniveles. Los caminos son de tierra con tramos pedregosos. En el kilómetro 22 en la ribera del río Tajo llegamos al Albergue del Embalse de Alcántara, que aún está cerrado hasta nuevo aviso. Para llegar a Cañaveral debemos tomar el desvío en el kilómetro 30 y bajar por el puente medieval de San Benito. Ascendemos por la N-630 y llegamos, tras seguir las flechas amarillas que nos indican el camino, a Cañaveral, donde encontraremos un albergue y demás servicios de restauración.

» Etapa 13: Cañaveral – Galisteo. 28 km.

No presenta ninguna dificultad relevante. Es una etapa larga pero amena con un terreno montañoso y quebrado en comparación a otras etapas. En el kilómetro 8 llegamos a Grimaldo, equipado con todos los servicios. En Galisteo cabe resaltar que podremos visitar una Muralla Almohade del siglo XII o la Torre de la Picota en forma de pirámide octogonal que formó parte del alcázar árabe.

» Etapa 14: Galisteo – Cáparra. 29,5 km.

En el kilómetro 10 está Carcaboso, donde encontramos todos los servicios. En el kilómetro 11 el camino se divide en dos y tenemos que escoger si seguir las flechas amarillas que nos llevan por la alternativa más rápida u optar por el cubo de granito H1 con una marca amarilla que nos llevará por una la calzada primitiva.

Ambas elecciones son válidas y volverán a encontrarse en el kilómetro 16. En el kilómetro 23 está la Carretera de Olivia de Plasencia, que tiene un albergue. Antes de llegar a Cáparra nos topamos con el Arco Romano, aislado y solitario con una insólita belleza histórica que parece transportarnos a otra época. Es considerado un icono de la Vía de la Plata en España.

» Etapa 15: Cáparra – Baños de Montemayor. 28,5 km.

Una etapa larga con un relieve uniforme. Cuidado con la escasa señalización. En el kilómetro 12,5 se nos presenta una dificultad de acceso ya que hay que atravesar una finca cercada y hay que saltar la valla. En el kilómetro 19 nos topamos con Aldeanueva del Camino dotada con todos los servicios. El albergue de Baños de Montemayor vuelve a estar abierto. No encontrarás cajeros automáticos en las próximas localidades hasta Salamanca.

» Etapa 16: Baños de Montemayor – Fuenterroble de Salvatierra. 32,9 km.

Encontraremos bastantes tramos de subida durante esta etapa. Hay servicios cada pocos kilómetros en las localidades con las que nos cruzaremos a lo largo de esta larga etapa. En el kilómetro 13 llegamos a Calzada de Béjar, que marca el punto de transición entre Extremadura y Castilla y León. En Fuenterroble de Salvatierra nos encontramos con un lugar muy emblemático en la Vía de la Plata, el albergue parroquial, cuyo responsable el padre Blas lleva acogiendo peregrinos desde hace más de 20 años hasta la actualidad.

» Etapa 17: Fuenterroble de Salvatierra – San Pedro de Rozados. 28,6 km.

Antes de empezar esta etapa hay que aprovisionarse de agua, comida y los víveres que vayamos a necesitar, ya que durante las horas que dure esta etapa no encontraremos localidades ni servicios intermedios. En el kilómetro 10 empieza la ascensión al Pico de la Dueña a 1.169 metros de altitud. Tras descender nos encontramos con un tramo largo, llano y algo monótono antes de llegar a San Pedro de Rozados, donde podremos reponernos y tendremos todos los servicios a nuestra disposición.

» Etapa 18: San pedro de Rozados – Salamanca. 23 km.

Tras entrar en Morille en el kilómetro 4, atravesaremos bosques y dehesas durante algunos kilómetros, y después caminaremos por una zona menos verde y con poca sombra hasta divisar la universitaria ciudad de Salamanca.

Cabe destacar que Salamanca tiene importantes puntos de interés, entre los cuales mencionaremos el Puente Romano en la ribera del Río Tormes, destacado monumento histórico, la Universidad de Salamanca, la más antigua de España, la Scala Coeli, la Biblioteca Pública Casa de las Conchas, la Catedral Vieja, la Catedral Nueva y la Plaza Mayor.

» Etapa 19: Salamanca – El Cubo del Vino. 36 km

El trayecto que separa las ciudades de Salamanca y Zamora está dividido en dos largas etapas. La primera de ellas es la más larga sin desniveles significativos. La recorremos por caminos no asfaltados. En el kilómetro 15 nos topamos con Calzada de Valdunciel, la última localidad que nos encontraremos hasta El Cubo del Vino, 20 kilómetros después.

» Etapa 20: El cubo del Vino – Zamora. 31,8 km

Es una etapa larga y llana de caminos de tierra rodeados de viñedos y campos de cereales. Hay que tener cuidado con la intensa exposición al sol. En el kilómetro 13 está Villanueva del Campeán, que tiene un albergue, una posada y un bar. Antes de divisar Zamora nos encontramos con un tramo que bordea el río Duero.

En Zamora podremos visitar la Catedral de Zamora, la Iglesia de Santa María Magdalena y el casco antiguo, considerado un museo de arte románico al aire libre con abundantes monumentos e iglesias de este estilo arquitectónico.

» Etapa 21: Zamora – Montamarta. 18,6 km

Etapa sencilla, corta y llana, lo que nos permitirá salir un poco más tarde y disfrutar de la ciudad de Zamora. Transcurre por caminos de tierra con paisajes de campos cerealistas. La única localidad intermedia es Roales del Pan en el kilómetro 7. Encontramos el albergue de peregrinos medio kilómetro antes de entrar a Montamarta.

» Etapa 22: Montamarta – Granja de Moreruela. 22,9 km

Etapa tranquila y agradable sin desniveles que atraviesa campos de cultivo por calzadas rurales. Pasa por dos localidades intermedias con servicios. Desafortunadamente, las obras de la nueva autovía A-66 han afectado el itinerario de esta ruta, causando cortes en el trazado y estropeando el paisaje.

Al llegar a Granja de Moreruela nos encontramos con una bifurcación. Podemos continuar la Vía de la Plata o bien siguiendo por el norte hacia Astorga, enlazando después con el Camino Francés en Asturias o bien yendo hacia el noroeste por Sanabria y Ourense.

» Etapa 23: Granja de Moreruela – Benavente. 27,2 km.

Una etapa llana y plácida que sigue a la N-630 paralelamente por caminos y sendas de tierra. Hay 4 localidades intermedias con servicios. En Benavente nos separamos de la N-630 que nos ha acompañado desde Sevilla. Cabe recalcar que la iglesia de Santa María de Azogue, es un monumento que no hay que perderse.

» Etapa 24: Benavente – Alija del Infantado. 21,9 km.

A la salida de Benavente no hay señalización, por lo que deberemos dirigirnos por la carretera de la Estación tras salir del albergue y girar dos veces a la izquierda para volver a nuestra ruta. Es una jornada que discurre por asfalto o carreteras locales. Nos despedimos de la provincia de Zamora para adentrarnos en León. Hay dos localidades intermedias con bares y farmacias pero existe la posibilidad de que estén cerrados, por lo que no vendría mal aprovisionarse antes de salir.

» Etapa 25: Alija del Infantado – La Bañeza. 22,1 km.

Etapa corta y llana que no presenta ninguna dificultad, y que recorreremos por pistas de tierra. En La Bañeza disponemos de un albergue para peregrinos.

» Etapa 26: La Bañeza – Astorga. 24,5 km.

Presenta desniveles moderados aunque es una jornada apacible con localidades intermedias. Recomendamos ver el Palacio Episcopal o la Catedral de Santa María en Astorga.

Esta es la última etapa de la Ruta de la Plata antes de enlazar con el Camino Francés que nos llevará, junto a otros miles de peregrinos, hasta Compostela. Tras haber recorrido más de 700 kilómetros, hemos dejado atrás Andalucía, Extremadura y Castilla y León.

Para ver la información que necesitas saber acerca de las etapas del Camino Francés que deberás recorrer para llegar a Santiago, tendrás que visitar nuestra página web y buscar la etapa 21, que sale desde Astorga. Continúa por El Camino Francés

Mapa

¿Qué llevar en la mochila?

La regla de oro que debemos tener en cuenta es: todo lo que llevas, pesa.

En cuanto al peso de la mochila, se suele recomendar llevar el 10% de nuestro peso corporal, pero este dato ha resultado no ser real ya que el peso ideal que uno puede llevar varía mucho de una persona a otra. Nuestra recomendación es llevar el menor peso posible, y que no supere los 8 kilos. Para evitar que la mochila tenga un peso excesivo, es crucial procurar llevar únicamente lo esencial.

Resulta curioso encontrar cajas llenas de prendas y objetos personales que los peregrinos han dejado atrás en los albergues tras darse cuenta de que era un peso innecesario y totalmente prescindible.

Recomendamos usar prendas de tejidos sintéticos como el poliéster ya que son cómodas, de fácil secado, evitan las rozaduras y lo más importante, son ligeras. No está indicado vestir prendas de algodón porque harán que transpires mucho y se secarán con mayor dificultad que otros tejidos. Lo ideal sería utilizar ropa técnica deportiva. La ropa interior no debe tener costuras delicadas o ser demasiado ajustada, para evitar la aparición de llagas. Utilizar un buen sujetador sin aros ni costuras con tirantes amplios.

En lo referente al calzado, hay que evitar las botas de caña alta de montaña ya que lo más probable es que hagan rozaduras en los tobillos y acaben siendo demasiado pesadas e incómodas para caminar.

Son indicadas las botas de caña media o baja de suela semirígida, las zapatillas de trekking o simplemente unas zapatillas de deporte. Es imprescindible que las zapatillas no estén nuevas o sin estrenar, porque producirán ampollas, rozaduras e hinchazón y ensanchamiento de los pies, lo cual resultará muy molesto desde el principio.

Para evitar esto, el calzado que se vaya a utilizar debe de haberse acomodado al pie al menos dos semanas previas a hacer el Camino. Asimismo, hay que tener en cuenta que el calzado no debe ser demasiado justo, puesto que debido al calor y al ejercicio físico, el pie se ensanchará, y también porque en las bajadas el pie va punteando, lo que aumenta el riesgo de ampollas.

A continuación te proponemos una lista con lo que necesitarás durante el camino:

  • Un par de zapatillas y un par de zapatos para descansar al final del día. Pueden ser unas chanclas ya que no sólo son cómodas sino que además te vendrán bien en las duchas.
  • Dos o tres mudas de ropa
  • 2 pantalones, uno corto si es en la época calurosa del año.
  • 3 juegos de ropa interior
  • 1 sudadera
  • Gorra o sombrero para el sol
  • Cantimplora o botella de agua. Hay tramos en los que las fuentes no son muy frecuentes.
  • Saco de dormir y esterilla que pese y ocupe poco. No es necesario llevar un saco de alta montaña.
  • Una navaja y un spork (cuchara-tenedor) de plástico
  • Gafas de sol
  • Bastón de trekking. Te ayudará a caminar, a distribuir mejor el peso y a impulsarte hacia adelante y hacia arriba, lo que te supondrá una ventaja en las cuestas. Cuesta abajo disminuirá el impacto en pies, piernas y rodillas. Si vas a llevar un bastón de trekking, procura que el mango sea de gomaespuma ya que con un mango de plástico te saldrán ampollas.
  • Pinzas y mosquetones, o en su defecto, imperdibles. Al acabar una jornada, cuando quieras lavar la ropa, en la mayoría de casos no tendrá tiempo de secarse y deberás empezar una nueva jornada llevando la ropa mojada en la mochila. Por eso, muchos peregrinos la cuelgan de la mochila para que se seque y poder guardarla después.
  • Detergente para lavar la ropa. Es opcional, ya que podrás comprarlo en el camino.
  • Un pequeño botiquín con tapones para los oídos (para evitar que los ronquidos te quiten horas de sueño en los albergues), crema de sol y after sun, vaselina (aplicar vaselina entre los dedos de los pies al iniciar cada jornada prevendrá la aparición de rozaduras y ampollas, aportará suavidad y ayudará a la moción al andar), crema hidratante para pies y crema anti-ampollas, betadine para curar pequeñas heridas y ampollas, tiritas, repelente de insectos y alguna gasa.
  • Funda de almohada.
  • Toalla mediana o pequeña de microfibra de fácil secado.
  • Bañador, recomendado para los meses de calor.
  • 2 0 3 pares de calcetines antiampollas, sin costuras y transpirables.
  • Linterna, ya que si sales a caminar por la mañana temprano durante algunas horas todavía estará oscuro y es posible que haya niebla, así que es conveniente llevar una pequeña linterna que no ocupe mucho espacio en la mochila que te ayudará a ver mejor. En su defecto, podemos utilizar la linterna del móvil.
  • Productos de higiene personal tamaño viaje (cepillo de dientes, peine, desodorante, dentífrico, etc.)
  • Móvil y cargador.

La credencial de peregrino, DNI, tarjeta de la seguridad social, tarjetas de crédito y documentos con la información recopilada de la ruta a seguir, mapa, plan del camino, puntos de interés, etc.

Alojamiento y comida

A lo largo del Camino te cruzarás con ciudades o pueblos en los que encontrarás albergues, pensiones, casas rurales, hoteles, restaurantes, bares, mesones, cafeterías, farmacias, cajeros automáticos y supermercados. Hay albergues públicos y privados. Deberás llegar temprano para encontrar plaza en los públicos, que son más baratos y en algunos casos, gratuitos. En los albergues habrá desayuno y en algunos cocina y lavadora a disposición de los peregrinos.

Puedes visitar cualquiera de nuestras guías de las diferentes rutas del camino de santiago. Elige la que mas te guste, y vive un viaje inolvidable.

y… ¡Buen Camino!