Beato de Liébana

Fue un escritor y monje del siglo VIII nacido en Asturias que, entre otras importantes obras y hechos, se le recuerda y destaca por defender la dispersión de los apóstoles para la difusión del cristianismo y por ser el principal impulsor del culto al apóstol Santiago, expresado en el poema de su autoría titulado O Dei Verbum.

Su obra principal es el Comentario al Apocalipsis de San Juan, que llegó a ser una especie de best-seller en la Edad Media y que fue fundamental para una mejor comprensión del Apocalipsis y sus incidencias en la fe cristiana.

Su exaltación de Santiago el Mayor

Ante tantas herejías que cobraban vida en su época, el Beato de Liébana fue un recio defensor del catolicismo y es en ese preciso punto en el que ejerce una constante y firme argumentación y defensa de que el apóstol Santiago fue el verdadero predicador del cristianismo en la Península Ibérica.

Dos obras se le atribuyen para tales fines. Aunque hay ciertas dudas respecto al himno O Dei Verbum, y en los Comentarios al Apocalipsis, inspirada en el Breviario de los Apóstoles, consideradas ambas como el mejor argumento del vínculo existente e imperecedero entre España y el Apóstol Santiago.

En sus Comentarios al Apocalipsis parece dejar muy clara la prédica de Santiago el Mayor en la Península Ibérica y es de suma importancia destacar que tanto esa obra como el Himno, son anteriores en cuatro décadas al momento en que se descubrió el sepulcro de Santiago en Compostela, en al año 813.

Se destaca de su labor como escritor y religioso que no solo confirmó a Santiago como patrón de España, sino que su obra sobre el Apocalipsis fue de fácil lectura y esclarecedora en todo el ámbito cristiano de su tiempo.

Eso fue sin duda una tarea esencial, porque se trataba de esclarecer un libro con tal carga y abundancia de símbolos, que hace difícil su lectura y su comprensión.

Un personaje de varias facetas

Fue además de un religioso incuestionable y un escritor de mucha agudeza y popularidad, un personaje político que logró marcar un rumbo específico en la España de su tiempo, en su reconquista y unificación. Para algunos estudiosos es considerado como un ideólogo fundamental en la Reconquista de España.

Fue tal su importancia, que solo con la copia manuscrita de sus Comentarios al Apocalipsis, redactado originalmente en el Monasterio de Santo Toribio de Liébana, es designado como beato. Tales libros, por sus imágenes y textos en miniatura, marcaron la pauta de un rumbo artístico en su época.

El Beato de Liébana se consideraba a sí mismo como el heredero de la auténtica palabra del Apóstol Santiago y fue el máximo defensor de que el Apóstol fue el evangelizador indiscutible de España. Esa defensa e intensa labor logró que se concibiese una idea de comunión y unión en torno a Santiago como el patrono de una España en plena reconquista frente a los musulmanes. Las tropas iban al combate con el grito “Por Santiago y por España”.

Su empeño en impulsar el culto al Apóstol Santiago puede considerarse hoy como la base fundamental de todo lo que representa para el mundo cristiano el Camino de Santiago y el auge que ha ido cobrando en las últimas décadas.